MADRID 2 Dic. (OTR/PRESS) -
La fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Maria Ángeles Montes, ha rechazado admitir a trámite las denuncias que presentaron el PP vasco y el Foro de Ermua contra los dirigentes del PSE Patxi López y Rodolfo Ares por reunirse el pasado 6 de julio con la ilegalizada Batasuna, con dos argumentos la mar de curiosos. El primero, discutible pero al menos de carácter jurídico, es que, según esta señora, para poder acusar a López y a Ares de desobedecer la sentencia del Tribunal Supremo que ilegalizó a Batasuna, los dos tendrían que haber sido "expresamente requeridos" por este Tribunal para que "anularan" esa reunión, cosa que no ocurrió. El segundo, más discutible aun en mi opinión dado su carácter totalmente político, es que, en defensa de su tesis de que el tal delito de desobediencia no existe, la fiscal jefe se lanza a la piscina de los juicios de intenciones y alega que la finalidad de la tal reunión no era desobedecer al Supremo sino "dejar claro a Batasuna que debe cumplir la ley y volver a la legalidad".
Si usted o yo nos saltamos una sentencia nada menos que del Supremo, ¿nos valdría de algo alegar que es que el Supremo no nos avisó después de dictarla de que teníamos que cumplirla? Creo que alguien debería aclarar cuantos antes si esto también vale para la simple gente porque, hasta que lo he leído, yo creía que lo que hay que hacer con las sentencias es cumplirlas y punto, es decir, que esto del Estado de Derecho va de que usted, López, yo, Ares y el Lucero del Alba estamos obligados a cumplir las sentencias sin más desde el minuto exacto en que se dictan, y punto. Pero, ya puestos, que nos aclaren también si eso de que "las buenas intenciones" bastan para no incurrir en un delito vale para todos o solo para los políticos, que con este trajín bien pudiera ser que eso tan bonito de que en democracia todos somos iguales ante la ley haya cambiado y López o Ares ( o quien decida el Gobierno) sean menos "iguales" ante la ley que ustedes o yo.
Si me notan sarcástica, aciertan: lo estoy. Bueno, como muchos y muchas, en realidad lo que yo estoy es hasta las narices del trapicheo político que se traen los fiscales de Zapatero con La Ley para hacerle el caldo gordo o "la cusqui" - según convenga políticamente - al "proceso". Hoy "al proceso". Mañana, Dios dirá.
Consuelo Sánchez-Vicente.