Actualizado 05/04/2007 02:00

Consuelo Sánchez-Vicente.- Volver a empezar

MADRID 5 Abr. (OTR/PRESS) -

Zapatero tenía el mismo derecho a intentarlo que sus antecesores, y la misma obligación, vaya esto por delante. Pero, todo lo que vamos sabiendo desde la desarticulación del nuevo "comando Donosti" de ETA nos remite a un paisaje que los españoles conocemos muy bien. Desde el minuto uno del último alto el fuego ETA no ha estado pensando en dejar las armas sino en rearmarse. Y a pesar de que nunca un Gobierno ha tendido tantos puentes a Batasuna para que de el salto a la política como el actual Gobierno, una vez más hay que rendirse a la evidencia de que Batasuna es ETA. Al igual que en todas las treguas anteriores, ni los asesinos descarados ni sus cómplices políticos desean o buscan pactar un final digno a "su" violencia sino vencer, ganar, derrotar a la democracia

La impresión de que esta película ya la hemos visto me parece que esta vez resulta especialmente desoladora ya que la esperanza que alentó el último alto el fuego ha sido enorme. Nadie podrá acusar a este Gobierno y sobre todo a su presidente de no haber ido todo lo lejos que la ley permite e incluso un poco (o mucho) más allá de lo razonable, en el intento de legar a las nuevas generaciones de españoles un país en el que la pesadilla etarra fuera historia. Ni siquiera después de que la banda volviese a matar el pasado 30 de diciembre quiso Zapatero cerrar del todo la puerta del "final dialogado", a pesar del alto precio que sin duda le ha supuesto en credibilidad y popularidad personal y en intención de voto al PSOE la ruptura de la unidad de los demócratas y la dolorosa división de las víctimas

¿Y ahora qué? La pregunta es retórica porque en realidad todos sabemos muy bien cual es la respuesta y que es lo que tenemos que hacer. Tenemos que hacer lo que siempre hemos hecho, y con la misma convicción. Cada vez que un intento de buscar un final dialogado a la violencia etarra ha fracasado lo que hemos hecho los españoles ha sido cerrar filas tras el Gobierno, tragarnos la rabia, y volver a empezar. Es decir, retomar, unidos -ojalá nunca volvamos a olvidar que la unidad es nuestra mejor arma contra ETA y nuestra única esperanza de ganar- el largo, viejo, conocido y seguro camino de la derrota de ETA. Toca rectificar, sin reproches pero con decisión. Aunque hay elecciones, el PP ya ha tenido la generosidad de anunciar que apoyará a Zapatero si lo hace. Aunque haya elecciones, esperemos que el presidente tenga el coraje de aceptar esa oferta.

Consuelo Sánchez-Vicente

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