Actualizado 18/06/2013 14:00

Fermín Bocos.- La esperanza del náufrago

MADRID 18 Jun. (OTR/PRESS) -

Treinta años después de una victoria electoral apabullante (202 diputados), el PSOE se enfrenta a una situación de decadencia y desconcierto. El liderazgo de Pérez Rubalcaba se ha revelado incapaz de frenar las tendencias centrípetas que debilitan al partido. De hecho, en Cataluña, el PSC va por libre y su secretario general, Pere Navarro, es el motor de una corriente que arrastra a la organización hacia un estanque en el que se navegan con pautas y objetivos nacionalistas. Navarro es, además, un dirigente imprevisible: hace unos meses pidió la abdicación del Rey y antes de ayer la liquidación del concierto vasco. Por el camino le dice a quien quiere escuchar que el PSC es un partido con identidad propia, no una mera rótula del PSOE, lo cual es tanto como decir que está a dos telediarios de plantear la creación de un grupo parlamentario propio en el Congreso de los Diputados. Situación que, de producirse, erosionaría definitivamente la imagen de un Partido Socialista que como se sabe va de capa caída en todas las encuestas sobre intención de voto.

Eso pasa en Cataluña, en Madrid, las relaciones entre Rubalcaba y Tomás Gómez, el líder socialista de la comunidad son tensas y en Andalucía, José Antonio Griñán, en su doble condición de presidente del partido y de la Junta, marca su propio rumbo y "pasa" bastante de Rubalcaba, entre otras razones porque Griñán que gobierna en coalición con Izquierda Unida tiene prioridades y servidumbres ajenas a los juegos de poder de la calle Ferraz. Allí, pese a lo que dicen las encuestas, confían en que las circunstancias cambien y que el viento les sea favorable. Rubalcaba y su reducido equipo (Valenciano, Jaúregui, Soraya Rodríguez, Óscar López) cifran sus esperanzas de cambio en que el PP, muy castigado, también en los sondeos de intención de voto en razón de la brutal subida de impuestos y por los recortes salariales a los funcionarios, no logre refrendar su mayoría absoluta en las próximas elecciones legislativas .En ése caso. el PSOE intentaría formar gobierno con Izquierda Unida, coalición que va muy crecida en las encuestas. En esa estrategia están puestas todas las esperanzas del equipo de Rubalcaba. Quieren llegar como sea a ése escenario y para ellos, todo lo demás, por ejemplo, las primarias para elegir candidato, es accesorio. Incluso un incoveniente. Es una esperanza de naúfragos, pero esperanza al fin y al cabo. Por eso les pone de los nervios cada vez que Carme Chacón o Emiliano García Page salen a los medios para decir que el partido tiene que democratizarse y que al candidato habría que elegirle entre todos. En Ferraz lo de celebrar primaras les saca de quicio y harán lo posible por retrasarlas. Es fácil entender el porqué: temen quedarse fuera de la foto.

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