MADRID 7 Nov. (OTR/PRESS) -
Cuando escribo estas líneas, ya es casi (pero sólo casi) oficial: el tripartito se reeditará en Cataluña. Nada menos que con José Montilla como president de la Generalitat y con Carod-Rovira de vicepresidente, según las noticias de última hora. Menuda pareja. Ninguno de ellos ha ganado las elecciones, pero eso no importa. Es, sería de confirmarse plenamente, una mala noticia, contraria a la lógica y a la ética. Claro que existía otra hipótesis, que podía haber sido aún peor para Cataluña y para el resto de España, como un pacto entre el ganador, es decir, la Convergencia de Artur Mas , y Esquerra Republicana.
El conflicto está servido. Cataluña, de nuevo, en el caos político.
Por eso mismo, porque creo que, incluso en el caso de la política catalana, el sentido común sigue existiendo, me sigo aferrando a la tesis de un acuerdo entre CiU y el PSC como la salida, aunque ya más improbable o virtualmente imposible, más airosa a los resultados electorales del 1 de noviembre, día, ya se ve, luctuoso. Sería la salida más airosa y, claro, la más ética: porque, al fin y al cabo, CiU ha ganado las elecciones y el PSC las ha perdido. ¿Será de verdad la voluntad de los catalanes que, pese a todo, Montilla forme gobierno? Creo que no. Y menos aún que forme ese gobierno con la Esquerra de Carod-Rovira. Tanto PSC como ERC han perdido escaños: cinco y dos, respectivamente. Es irónico que ambos partidos 'castigados' por el electorado sean los dos principales componentes del nuevo gobierno, mientras que IC-V, que ha subido tres escaños, ocupa un papel secundario. Pero más irónico aún es que el único partido importante que ha subido, CiU, con dos escaños más, se quede fuera de la Generalitat habiendo sido el más votado: saca once escaños de ventaja sobre su inmediato competidor, el PSC.
Todo aquel lío de echar a Esquerra del Govern , colocar a Montilla de candidato en lugar de a Maragall , ¿para qué? ¿Para reeditar ese mismo tripartito que no servía, sólo que teniendo al frente a alguien diferente a Maragall y con mucho menos carisma que él? ¿O para facilitar una coalición de nacionalistas --que se radicalizarían-- con los separatistas? Menudo embrollo se está montando.
Algunos, ingenuos, pensábamos que se había solucionado el asunto, al menos por unos años, con aquella conversación semisecreta en La Moncloa, hace ocho meses, entre Mas y Zapatero. Creíamos que Zapatero había generado una solución afortunada para lo que se llamaba ese 'problema catalán': una coalición entre nacionalistas y socialistas en Cataluña, un apoyo de CiU al PSOE en el Congreso de los Diputados, una disminución de las reivindicaciones nacionalistas en general y estabilidad para la Legislatura hasta la primavera de 2008. Y, para colmo de bienes, enviando a Esquerra a su lugar natural, que es la oposición, y a Maragall a un merecido retiro. Pero si el tripartido se reedita, muchos temen que la entrada de ERC en un segundo gobierno los envalentone y, claro, pongan un precio muy alto a su colaboración: además de un vicepresidente ( Carod ), pueden exigir un número sustancial de consejerías, la presidencia del Parlamento -es decir, lo mismo que ERC tuvo con Maragall - y, además, la dirección general de la CCRTV, la radio y televisión públicas (el colmo). Unas exigencias que, aún queda la confianza, pueden ser tomadas por Montilla como pretexto para no consumar el error y romper a última hora con los ex socios y aspirantes a futuros socios. Lo veremos, porque aún quedan varios días de peloteo hacia un lado y otro.
¿Qué dirá ahora el empresariado catalán? Hay que recordar que había apostado claramente por un acuerdo de gobierno con CiU. Y ¿Qué tiene que decir José Luis Rodríguez Zapatero ? Durante su estancia en Montevideo por la Cumbre Iberoamericana, no ha hecho declaraciones. Pero antes de las elecciones de marzo de 2004 aseguró en plena campaña que nunca sería presidente de Gobierno si el PSOE no era el partido más votado. Lo que entonces dijo ZP, ¿no vale ahora para Montilla? ¿Cuándo se rompió el acuerdo monclovita con Mas, beneficioso, en el fondo, para todos? ¿Es esto un desplante de Montilla a Zapatero? ¿Acaso no se entera ZP de lo que está ocurriendo, de lo que le puede ocurrir a él mismo si se reedita el acuerdo tripartito, que no produjo sino una desastrosa Legislatura en Cataluña cuyo fin hubo de precipitarse? ¿¿Qué tiene que decir Manuel Chaves ? El presidente del PSOE recordó a Montilla la semana pasada que la experiencia del tripartito, vivida durante los últimos tres años en Cataluña, "no fue muy buena".
Además, Montilla ha servido en bandeja a los más conservadores el argumento de que Zapatero es prisionero "de los amigos de ETA" , por el encuentro de Carod con la banda terrorista en Perpignan.
Sigo pensando que todo son bravuconadas, brindis al sol, más del mismo tongo en el que cada cual quiere representar su papel. Pero confiemos hasta última hora en que, al final, las aguas volverán a su cauce, y la coalición CiU-PSC será la que se imponga. Otra cosa sería un auténtico disparate. Claro que en el disparate ha vivido Cataluña desde aquellas elecciones del 16 de noviembre de 2003. Y ya ven; como si nada.
Fernando Jáuregui.