Actualizado 23/05/2007 02:00

Fernando Jáuregui.- No te va a gustar.- Cosas delirantes

MADRID 23 May. (OTR/PRESS) -

Ahora nos sorprenden con el proyecto de nacimiento de una nueva formación política, animada sobre todo por 'disidentes' socialistas en el País Vasco, como Rosa Díez, por algún dirigente de 'Basta Ya', como Carlos Martínez Gorriarán, por un personaje inclasificable, como Fernando Savater, y por algunos otros, no muchos. Quieren contactar con Ciutadans de Cataluña y con algunas gentes que andan por ahí descolocadas. No es el centro, ni la izquierda virada hacia una cierta derecha, ni la derecha con tintes de izquierda: son, sobre todo, gentes que piensan diferente de lo que piensa (o parece pensar) el Gobierno de Zapatero y Patxi López acerca de lo que ocurre en el País Vasco. De hecho, piensan lo mismo que el Partido Popular, y no se entiende que vayan a la formación de un nuevo partido, que quitará votos tanto al PSOE como al PP y confundirá no poco a la opinión pública, simplemente por no apoyar a las huestes de Mariano Rajoy. A menos, claro, que lo que planeen sea acudir en 'socorro del vencedor' en el caso de que el PP gane en minoría las elecciones de marzo.

No, en principio pienso que, siendo muy legítima su creación, no viene bien este embrión de partido ni a la derecha, ni a la izquierda ni al centro. Porque este partido antinacionalista puede dificultar planes para crear un verdadero centro, que no puede desconocer a los nacionalismos moderados. Ya se ha dicho alguna vez que hay varios intentos de generar alguna plataforma que sea un 'colchón' entre los dos grandes partidos nacionales. Pero no es esta, tan precipitadamente creada, la solución ideal. Esto es una reacción contra algunos excesos, ciertos sectarismos y abultados errores estratégicos y tácticos de determinados líderes del socialismo oficial vasco. Que no han sabido abrirse a la disidencia interna y ni siquiera al diálogo.

Parece una más de las situaciones delirantes que la falta de madurez general de la clase política y mediática nos está generando en el cuerpo social. Andamos como perdidos: ¿qué diablos pinta Rosa Díez, una activista admirable sin duda, con un filósofo como Fernando Savater, un pensador que a la fuerza se ha metido en la pelea política?

Menudo final de campaña, entre unas cosas y otras. Con ETA presidiendo todos los debates. Con López Garrido lanzado a hacer funcionar el ventilador de la basura contra las corruptelas del PP pero sin ofrecer papeles concretos. Con algún periódico insistiendo falsamente en desprestigiar a Solbes, sin atender suficientemente a sus desmentidos. Con los ecos, aún, de ese debate entre Ruiz Gallardón y Miguel Sebastián, a quien ahora hasta le sacan las facturas de la luz impagadas. Con el partido legal Acción Nacionalista Vasca llamando a votar con el 'carné vasco' ilegal. Con los socialistas granadinos convocando un 'botellón mitinero' precisamente el día de reflexión. Y, mientras, en el Gobierno se advierten importantes síntomas de disidencia en lo referente a la marcha del proceso negociador con ETA, sin que los desmentidos de Zapatero hayan servido para mucho: el Ejecutivo padece una considerable falta de credibilidad, y esto me parece grave.

Hay, en suma, una sensación de desbarajuste político. Menos mal que los ciudadanos de este país siguen funcionando con normalidad, generando riqueza y trabajo. Y menos mal que ya solamente quedan cinco días hasta las elecciones: ni siquiera una campaña electoral saben administrar algunos políticos, da la impresión, sin que crujan las bodegas del barco.

Fernando Jáuregui

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