Actualizado 29/11/2006 01:00

Fernando Jáuregui.- Videostupidez

MADRID, 29 Nov. (OTR/PRESS) -

Ya sé que no debería decirlo, pero me he negado por sistema a ver los vídeos políticos que siempre han estado tan en boga y que ahora están en los titulares periodísticos. Y eso que confieso que algunos de ellos están o estuvieron 'colgados' en el periódico digital que dirijo, por entender que pueden ser de interés general y estando convencido de que todo el mundo tiene derecho a poseer la información disponible al completo, para así poder opinar con criterio.

Pero estos subproductos infraculturales no son, la verdad, en absoluto interesantes para mí: me parecen simples armas arrojadizas -cosa legítima en la dialéctica política, ya lo sé; a mí, desde luego, no me gustan_, que simplifican excesivamente el mensaje que debe dirigirse a los ciudadanos. Y a veces incluso falsifican este mensaje, de manera que la verdad, por unas u otras causas, están bastante lejos de la falsa y dramatizada realidad que se envasa en estos vídeos.

Triste forma de publicidad política es esta en la que no se intenta construir ni proyectar una visión de futuro, sino que vuelve, como la mujer de Lot, los ojos hacia atrás, para deformar no pocas veces la historia. Acabarán convertidos en estatuas de sal, si es que no son ya estatuas inmóviles, incapaces de dinamismo, todos los que alientan estas formas estúpidas de gestionar la responsabilidad que los ciudadanos les hemos otorgado.

Empieza a resultar un lugar común proclamar que la política está en su tono más menor desde hace muchos años. Lo malo es que los medios seguimos el juego y, así, por ejemplo, inventamos programas en los que en cincuenta y nueve segundos hay que explicar toda una filosofía de vida. O no hay tiempo para explicarla y rebatir la tesis contraria, o lo que no hay es filosofía alguna. Y es lo que nos está pasando en la carrera del videoinsulto, de la teleconsegundero, del blog escrito por el asistente... Eso que digo: que no hay ideas. Azaña decía que, cuando quieras esconder algo, lo mejor es publicarlo en un libro. La versión actualizada es que, cuando quieras demostrar que no tienes nada en la cabeza, explícalo (y encima, mal) en un vídeo. Lo que es conmigo, malgastan nuestro dinero.

Fernando Jáuregui.