Actualizado 28/03/2008 01:00

Francisco Muro de Iscar.- Ni se compran ni se venden ni se pagan

MADRID 28 Mar. (OTR/PRESS) -

Ni se compran ni se venden ni se pagan. Los pisos y las hipotecas, por ese orden. Los Bancos andan intentando colocar viviendas cuyas hipotecas han dejado de pagar sus propietarios. Las constructoras tratando de ver qué hacen con los pisos que antes se vendían como churros y ahora son churros que nadie quiere. La compraventa de casas nuevas retrocedió un 27,1 por ciento en enero y se multiplican, con un éxito descriptible, los carteles de "se vende en las de segunda mano. No va a ser posible recolocar a los desempleados y como vamos a crecer menos, se destruirá más empleo.

¿Estamos ante una crisis de dimensiones similares a la que después de 1992 nos sumió en una situación de la que costó salir casi una década? ¿Se ha producido esto "sólo" después de las elecciones o Solbes, Trujillo y Zapatero ya lo sabían antes, como la mayoría de los españoles? Que Miguel Blesa, el presidente de Caja Madrid diga que hay muchas entidades financieras que pueden ser enterradas por el ladrillo aumenta la preocupación. Vamos a ver qué dice el presidente en su investidura y si habla de "aterrizaje suave" o de terremoto importante.

Ni se venden ni se compran ni se pagan. Los Reyes no son más que ningún otro ciudadano, pero tampoco menos. Hay un derecho al honor y a la intimidad que vale para todos los ciudadanos y también debe valer para la Familia Real. Un periodista "ha escrito" y una editorial publica las cartas privadas que el rey Don Juan Carlos envió al Príncipe entre 1984 y 1985, cuando Don Felipe estaba estudiando en Canadá. Se trata de una serie de cartas en las que, de alguna forma, el Rey le deja escrito a su hijo cómo debe comportarse como heredero de la Corona para ser digno de esa importante función. Cartas privadas, escritas a máquina "porque tengo una letra endiablada", pero manuscritas en su comienzo y final. Según la Casa del Rey estas cartas, privadas repito, se publican sin autorización ni de quien las escribió ni de quien las recibió, y "no han salido de nadie que pertenezca a la Casa del Rey".

De algún sitio habrán salido, digo yo. Y uno empieza a preocuparse porque sea legítimo dar publicidad a algo privado y que las cartas del Rey o las que recibe el Príncipe puedan ser sacadas a la luz sin su consentimiento. ¿También cualquier otro documento? ¿Nadie ha abierto una investigación? ¿Quién cobrará derechos de autor: el autor real o el mecanógrafo no autorizado? En todo caso, el descontrol es grave, los temores, también y el comercio con asuntos privados, muy serio. Hay cosas que no se debían comprar ni vender ni pagar.

Francisco Muro de Iscar.

francisco.muro@planalfa.es

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