MADRID 7 Ene. (OTR/PRESS) -
"Algunas de las cosas importantes que aprendí en mi vida y que me han servido para ser un buen médico y un político decente, las aprendí en mi casa, en la calle con mis compañeros y en la Universidad, pero también en el vestuario de un club. Se llaman VALORES. Convivir con otros, intentar ser amigos, conseguirlo, aceptar la derrota, asumir los errores, ser feliz con la victoria sabiendo que es efímera". Este párrafo, escrito en el diario deportivo Marca, escrito por un político de lujo, como es el actual presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, debería reconciliarnos a todos con los políticos. Fernández Vara, que ha asumido con éxito el difícil reto de suceder a Rodríguez Ibarra, es un político de a pie, que escucha a los ciudadanos y que, incluso tiene un blog que atiende menos de lo que desearía, pero con bastante frecuencia, y que le sirve para pulsar la opinión de muchos sobre lo que hace y lo que piensa.
Le encanta el deporte, tiene tiempo para escribir o comentar acontecimientos deportivos y, lo que es mucho más importante, cuando habla de valores 'deportivos' se refiere a algunos que son imprescindibles para la convivencia en todos los órdenes: la amistad, aprender a competir y a perder, saber que la victoria es siempre efímera, ser generoso con el rival. Valores en el deporte, valores en la política, por más que algunos intentan llevarnos a pensar que lo que no puede ser, no puede ser y, además, es imposible.
Jugar a ganar sin miedo a perder, ser consciente de que la victoria es efímera, capacidad para la integración y el consenso, solidaridad, cercanía, sabiduría, moderación, autoridad moral, valentía, simpatía, firmeza, una cuidadosa administración de la palabra y los silencios son algunos de los valores que han permitido a otro deportista, el Rey Juan Carlos, cumplir tres décadas al frente de la nación española, cuando en la transición nadie daba un duro por él. En la gran política y en la pequeña política, en el deporte y en la calle, hay más valores de los que pensamos. Una mayoría de ciudadanos juega sus cartas con nobleza y busca hacer bien su trabajo, sea el que sea, en beneficio de todos. Como Guillermo Fernández Vara. Como el Rey. 70 años no es nada, Majestad, es simplemente un paso necesario para cumplir 71.
Francisco Muro de Iscar