Actualizado 13/11/2007 01:00

Isaías Lafuente.- Nos va la bronca

MADRID 13 Nov. (OTR/PRESS) -

Desde que los medios de comunicación navegan por Internet cuentan con una herramienta que permite medir de manera inmediata el grado de interés que suscita una noticia. Repasar las tablas que recogen el ranking de informaciones más vistas o escuchadas, más enviadas o valoradas, ofrece una radiografía muy precisa sobre la fisonomía de la curiosidad ciudadana, cuyos criterios no siempre casan con la valoración de la información que realizan los propios medios. En la última semana, dos noticias han puesto al rojo vivo la red: el abandono del plató de una periodista en 59 segundos y el "¿pero por qué no te callas?" que le espetó el Rey a Hugo Chávez en la Cumbre Iberoamericana.

La verdad es que no necesitábamos de Internet para constatar que nos va la bronca. Programadores de televisión y responsables de espacios radiofónicos tienen bien medida la eficacia en términos de audiencia de una buena trifulca, y algunos se aplican con una primorosa contumacia en exprimir el fenómeno. Sucede lo mismo con algunos políticos y periodistas que ante un buen improperio o una sesuda declaración siempre optan por lo primero.

Lo relevante de lo que ha sucedido en la Cumbre de Santiago de Chile es que, al parecer, hasta el más pintado puede sucumbir finalmente ante la provocación constante. Las arremetidas del impresentable Chávez contra el ex presidente Aznar suscitaron la reacción lógica y templada del presidente Zapatero. Y las constantes interrupciones de Chávez cuando el presidente español intentaba argumentar su defensa, provocaron la airada intervención del Rey.

Comprendo la indignación del monarca. Sus palabras no fueron sino el eco expreso del pensamiento colectivo ante un bocazas mal educado. Difícil es no suscribirlas. Sólo cabe plantearse, y seguro que el Rey se lo ha planteado, si no había otra fórmula para responder convenientemente a este individuo: reclamando un turno de palabra, pidiendo la intervención de la anfitriona, de cuyo silencio se ha hablado poco, exigiendo disculpas por la vía diplomática... Quizás no hubiera sido tan efectista, pero sí igualmente eficaz.

Isaías Lafuente.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Sánchez, al fin, sale a la ofensiva, pero ¿qué ofensiva?

Foto del autor

Antonio Casado

Memoria de Rubalcaba

Foto del autor

Fermín Bocos

Annus horribilis

Foto del autor

Charo Zarzalejos

Castillo de naipes