MADRID 28 Sep. (OTR/PRESS) -
Según cuenta este lunes una información política de La Vanguardia, Isidre Fainé, Rodrigo Rato, Ignacio Galán, Borja Prado, Rafael Villaseca... Es decir, banqueros y empresarios, han pasado en los últimos tiempos por el despacho del líder del PP, Mariano Rajoy, en la planta séptima del 13 de la calle Génova. Prácticamente ninguno lo había hecho hasta ahora desde que Rajoy perdió las elecciones en el 2004. Pero algo está cambiando, dicen en el PP, donde aseguran que las peticiones de reuniones desde el mundo económico se amontonan en la agenda del líder de la oposición. Los populares ven con satisfacción que ahora haya bofetadas por asistir a los actos del líder del PP como conferencias económicas e intervenciones sectoriales a las que hace un tiempo apenas acudía nadie.
De acuerdo con las fuentes que utiliza esta información desde que arreció la crisis económica, quienes antes sólo miraban a la Moncloa, ahora apuntan también a la sede de los populares. Por allí, aseguran las fuentes consultadas, han pasado y pasan a diario banqueros, todos los presidentes de las cajas y los presidentes de las principales empresas españolas. Los de las compañías eléctricas ya son casi habituales. La lista incluye a Isidre Fainé, presidente de La Caixa y de la Confederación española de las cajas de ahorro, y a Rodrigo Rato, presidente de Caja Madrid, con La Caixa, las dos cajas más importantes de España. También han llamado a la puerta los presidentes de Iberdrola, de Endesa, de Gas Natural Fenosa. Todos ellos han pedido ver a Rajoy y todos han sido recibidos. Las perspectivas electorales, que, según la última encuesta del CIS, la de julio, dan una ventaja de 6,3 puntos al PP, son una de las razones por las que los principales actores de la economía española quieren reunirse con quien puede ser el próximo presidente del Gobierno de España.
Pero no sólo eso, añade La Vanguardia: el calendario económico que tiene la política española en los próximos meses, de aquí a fin de año, es otro de los principales objetivos de quienes se acercan al despacho de Rajoy para exponerle su visión de la situación económica y los problemas que habría que abordar y de qué modo, y sobre todo, para conocer de primera mano las verdaderas intenciones del líder de la oposición. Es decir, saber cuál es su plan, ese proyecto económico al que alude siempre, pero cuya concreción muchas veces se desconoce. Quienes han pasado por el despacho de Rajoy saben que el presidente del PP tiene las ideas claras y que no es fácil que dé su brazo a torcer, y si no, que se lo digan al banquero que en los días anteriores a que se votara en el Congreso el plan de ajuste, en mayo, no arrancó del líder de la oposición un apoyo a la medida, a pesar de las múltiples peticiones que tuvo. Ahora, quienes se entrevistan con Rajoy tienen intereses muy concretos. A los presidentes de cajas les preocupa la posición que pueda adoptar el PP en el debate de la Ley de Cajas que el Congreso tiene que aprobar en los próximos meses. De la posición del PP dependerá su futuro.
Las eléctricas, por su parte, están inquietas por la posibilidad de que no se alcance el pacto de la energía que debaten desde hace meses Gobierno y PP. Una preocupación que se incrementó la semana pasada, ante la posición inicial que defendió alguno de los responsables económicos del PP sobre la subida de la tarifa eléctrica, y que obligó a Cristóbal Montoro a salir a dar su conformidad a la subida. La relación de estos sectores empresariales con los populares no se acaba con la primera entrevista con Rajoy. Tras el primer contacto al más alto nivel, se establecen cauces de comunicación entre empresa y partido, en los segundos niveles, que sólo en casos muy especiales y específicos provocan nuevas reuniones entre los responsables del banco, empresa y Partido Popular. Montoro, en este sentido, representa un importante papel. La eventual proximidad del PP al poder acerca a estos personajes a Rajoy.