MADRID 6 Ene. (OTR/PRESS) -
Los Batasunos, en ocasiones, pretenden mostrarse como ciudadanos corrientes, y se sorprenden, como los ciudadanos corrientes, de la bestialidad cometida por sus hermanos de sangre etarra. No podían esperarse el bestial atentado de la Terminal de Barajas, no creen que el proceso de paz dialogado haya terminado, ni parecen ver razón en que se haya concluido con el estruendo del bombazo. ¿Y qué opinarán del segundo "envío" de cien kilos de amonal, que los etarras tenían ya preparado y dispuesto, y que ha sido felizmente localizado por la Ertzaintza? Los batasunos, en esa actitud de doble mentalidad y mente, esquizofrenia, -ciudadanos corrientes y etarras- confían en acudir a las elecciones de mayo, como cualquier otro ciudadano con derechos y con capacidad de conseguir representación de otros vecinos.
El resto de los ciudadanos también nos planteamos el "qué va a suceder ahora", y prestamos atención a los mensajes que nos transmiten los dirigentes políticos. Zapatero ha vuelto a hablar, en una comunicación mucho más reposada que las dos anteriores, la de la víspera del atentado y la del día del atentado. Zapatero dice con energía de texto y gesto: "Mi determinación para alcanzar la paz es aún hoy mucho mayor". Mi energía para la paz es aún mayor". Los dirigentes del PP parecen dudar. Esperanza Aguirre tiende la mano: "Siempre estaremos con el Gobierno y contra ETA". Acebes reclama que tiene que haber vencedores y vencidos. "Sólo la derrota de ETA dará la seguridad de que no volverá a atentar", dice el ex ministro de Interior a quien metieron el pavoroso gol del 11-M. José Bono también regresa, en este tiempo de debate, y proclama que habría que enseñarles los dientes y que sepan que para negociar deben tirar lar armas y acercarse con las manos en alto. Y añade que "volver a dialogar con ETA es faltar el respeto a los muertos" ¿Qué alternativas tenemos?
Hay para todos los gustos, y es momento para oír voces y alternativas: Con bombas o sin ellas, parece que siguen existiendo dos maneras de enfocar el fin de ETA: la que defiende el PP, de la acción judicial y policial y la estrategia de Zapatero de lograr un final dialogado de la violencia. Hay clara desconfianza sobre la idea de que Zapatero cambie sus propios registros, y no falta quien proclame que mantendrá bajo cuerda la negociación política con ETA. Parte de su propio pensamiento, el presidente, de que ETA acepta soluciones distintas de la independencia... Y luego, otras apreciaciones no memos interesantes, como la que deberán enfrentar los batasunos, que probablemente estén viendo que se les desvanece cualquier posibilidad de volver a la política en las elecciones municipales de mayo. ¿O no?, como diría Rajoy...
Otros prefieren asegurar de manera tajante que "agoniza Zapatero y agoniza el Gobierno, y tal vez el Estado". Pero ése sí que es un planteamiento radicalmente nihilista y sin futuro.
JOSÉ CAVERO