José Cavero.- El entendimiento nacional catalán

MADRID 8 Nov. (OTR/PRESS) -

Montilla y Carod se han puesto manos a la obra y han resuelto con rapidez las dos tareas iniciales del nuevo gobierno: su constitución y reparto de carteras y sus prioridades programáticas. También han rebautizado al equipo, que no será, sencillamente "el segundo tripartito" de la temporada, sino una "Entesa nacional pel progrés", un entendimiento nacional catalán para el progreso. En esas prioridades programáticas insiste el nuevo Govern en destacar que debe prevaler lo social la preocupación por las cuestiones sociales. Es decir, es un enfoque radicalmente distinto al frustrado tripartito de Maragall, que no pudo superar su obsesión por resolver el problema del nuevo Estatuto y pareció que no se ocupaba de ninguna otra cuestión. Apenas, presionada por los medios informativos, de los hundimientos del Carmel o de la irrupción de los violentos antisistema en las calles de Cataluña... Esta vez, Montilla, Carod y los restantes catorce consejeros quieren, por el contrario, que sus actuaciones y decisiones sean percibidos por la población. Quieren dar la impresión de que Cataluña está gobernada con responsabilidad y criterios.

Les consta a los integrados en el Gabinete que tienen que demostrar con rapidez que están y que ejercen. De entrada, tienen sumamente enfadada a la oposición d e CiU: Artur Mas lleva ya tres años reclamando que quien obtenga la lista más votada debiera gobernar, y se ve una y otra vez marginado y situado en los bancos de la oposición. Los convergentes son conscientes de sus dos armas; en el parlament de Cataluña, por supuesto, pero también en el Congreso y el senado en Madrid. Ya han empezado a advertir a Zapatero que su apoyo a los presupuestos todavía en trámite parlamentario queda en el aire... Esa será una forma potente de hacerse oír y de protestar por la libertad de Montilla de pactar con quien le ha parecido más interesante, los izquierdosos republicanos y eco-comunistas. ¿Ha llamado la atención Zapatero a Montilla por esta elección? Eso cuentan algunas crónicas, pero es dudoso que haya sucedido de ese modo. Zapatero dio plena libertad a su ex ministro para constituir el gobierno más capacitado para resolver los problemas de Cataluña, independientemente de si eso le supondría a él mismo alguna dificultad añadida. Zapatero y Montilla están de acuerdo en que deben demostrar que el nuevo Estatuto catalán es válido y tiene utilidad para los ciudadanos de Cataluña y no es insolidario con los restantes ciudadanos españoles. Ahora queda por ver "cómo se digieren" esas doctrinas y teorías tan hermosas, y en qué medida lo que suceda en Cataluña en este año tendrá alguna clase de influencia en las elecciones municipales y autonómicas de 2007 y en las generales de 2008...

José Cavero.