José Cavero.- ETA vuelve a condicionar

MADRID 9 Abr. (OTR/PRESS) -

Resulta un tanto aburrido que quien nada cumple ni nada garantiza, todo lo exija y todo lo condicione. Sin haberse disculpado anteriormente del atentado de la Terminal 4 de Barajas, que causó dos muertes, y con el que se despidió el año pasado y se abandonó, sin previo aviso, toda esperanza en un proceso que no renunciaba a la primera y principal condición, el uso de violencia, vuelven ahora los 'apóstoles etarras', dos encapuchados, en la Pascua de Resurrección y en el Aberri Eguna, a 'dar explicaciones' y justificar aquel atentado, y llegan con nuevas aclaraciones y propuestas, declarándose activos en la tregua permanente y dispuestos a asumir compromisos firmes... si no hay violencia.

¿Quién, salvo ETA y sus compañeros de viaje, protagoniza, ejecuta y se sirve de la violencia? Pues ETA sostiene que hay ataques del Estado contra Euskal Herria, acaso en referencia a la exigencia de que cualquier partido político para optar a representación ciudadana, debe abjurar de la violencia y someterse a la ley vigente... pero es uno de los puntos que, naturalmente, abordan los encapuchados: sostienen nuevamente, como viene haciendo Otegi, que una campaña sin la izquierda abertzale, o sea, sin los batasunos, expresaría el fracaso del proceso. Naturalmente, insisten en los derechos de autodeterminación y territorialidad... y a todo eso lo llaman 'salida democrática al conflicto', claro.

ETA asegura que "el proceso, en este momento, está bloqueado porque entre los partidos no han alcanzado un acuerdo político" y acusa al PSOE y al PNV de poner obstáculos a ese acuerdo, indicando que es el momento de actuar con responsabilidad. Aseguran que el Gobierno de Zapatero, si quiere, tiene todo el margen de maniobra del mundo. La cuestión, sin embargo, es si tiene voluntad y decisión política para dar una salida democrática al conflicto. ETA justifica el atentado de Barajas, al considerarlo una respuesta a los ataques permanentes del Gobierno español y añade que con esa acción, ETA no ha roto nada.

"Nuestra intención ha sido la de influir para que el proceso avance con bases más sólidas", dicen cínicamente. "Con la acción de Barajas -prosiguen- ETA intenta reconducir el proceso y envía un mensaje claro al Gobierno español para que reflexione: que es necesario respetar los compromisos para que pueda desarrollarse un proceso de resolución del conflicto. "Que nadie se engañe, nuestro compromiso es con un proceso que dé una verdadera salida democrática al conflicto", dicen ante la previsible ausencia de la izquierda 'abertzale' en los próximos comicios unos días después de que el fiscal general del Estado, solicitara al Tribunal Supremo que frenara el proceso de legalización del nuevo partido Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB) al considerarlo "una sucesión de Batasuna". La conclusión de los etarras no es menos alarmante: "Hoy podemos decir que vemos más cerca que hace unos años un estado independiente, aunque aún habrá que trabajar y luchar mucho", dicen. Además, las declaraciones de los dirigentes de ETA coinciden con revelaciones no menos sorprendentes, como que el 'comando Donosti', nacido precisamente en vísperas de anunciarse la tregua, el 14 de marzo de 2006, e integrado por una treintena de terroristas, tenía la orden de cometer atentados si De Juana moría como consecuencia de su huelga de hambre, decidida a dar una "respuesta contundente" en tal supuesto. El reorganizado comando, desmantelado por la Guardia Civil la semana pasada, había recibido instrucciones para cometer atentados, sin esperar siquiera órdenes de la dirección terrorista, el jefe de la banda, Garikoitz Aspiazu, 'Txeroki'. Disponía de un centenar de objetivos y había planificado al detalle, en concreto, el asesinato de un policía nacional en San Sebastián. Precisamente, el grado de consolidación de este comando, como los planteamientos de los etarras de Gara, han desatado en partidos, instituciones y colectivos de amenazados una sensación de alarma aún mayor que la que provocó el doble asesinato de Barajas. No es de extrañar, así las cosas, que en círculos políticos vascos se observe que la esperanza de paz a corto plazo se ha quebrado muy sustancialmente. O totalmente...

José Cavero