Actualizado 13/11/2006 01:00

José Cavero.- Las gotas empiezan a colmar el vaso

MADRID 13 Nov. (OTR/PRESS) -

Los últimos acontecimiento en Euskadi hacen pensar a muchos observadores que en cualquier momento termina de colmarse el vaso de la paciencia y de la comprensión, y que el proceso -el llamado proceso de paz en Euskadi, en diálogo y conversaciones con ETA y Batasuna- pudiera estar a punto, no ya de congelarse indefinidamente, como parece que está ahora mismo, sino de quebrarse y volver al punto de su arranque. Los últimos acontecimientos, tanto el intento de quemar a dos policías municipales en Bilbao, como la inefable e inadmisible chulería, una más, del portavoz Otegi, de ofrecerse para controlar la kale borroka, en su momento de mayor radicalización a cambio de una cierta impunidad a te las exigencias legales, todo eso llega a causar una sensación de infinito cansancio. ¿De verdad están dispuestos ETA y los Batasunos a prescindir de la violencia como procedimiento para defender sus puntos de vista en la política? Es harto dudoso que así sea, o cuando menos, no han logrado convencer a casi nadie de tales propósitos. Únicamente queda en pie el dato de los tres años y medio sin víctimas mortales, que pudo haberse interrumpido con el policía bilbaíno ardiendo en lo que cualquier observador ha entendido como un atentado deliberado y perfectamente planificado, que sólo vecinos y comerciantes lograron evitar. ¿Esa es la kale borroka que Otegi controla y estaría dispuesto a frenar pueblo a pueblo?

Ciertamente, algunas actuaciones judiciales han podido encrespar determinados ánimos de batasunos y proetarras en general. Se menciona en concreto, la severa sentencia contra De Juana Chaos por unos artículos en Gara, o el cumplimiento, tres años después, y en circunstancias bien distintas, de la ilegalización de las Herrikotabernas, como dos de esos episodios 'inamistosos'. Pero, ¿y las 134 agresiones contadas en las actuaciones de la violencia callejera, y la benevolencia incomprensible de que el juez Garzón no haya conducido a prisión de manera fulminante al Otegi que se responsabiliza de los, en su día, llamados 'chicos de la gasolina' y de las manifestaciones que se suceden de manera continua y sacan a la calle a los elementos del 'abertzalismo radical'?

Parece evidente que el proceso atraviesa por momentos extraordinariamente delicados, si es que no ha llegado ya a su razonable punto final. Ciertamente, para Zapatero, como para el PNV, habría sido áspero admitir que el PP tenía razón cuando volvió a hablar de tregua trampa y de proceso engañoso y pérdida de tiempo. No se ha producido un solo paso adelante, ni la menor manifestación no ya de arrepentimiento de sus fechorías y crímenes, por parte de los etarras presos o libres. Mucho menos de anuncio de la extinción definitiva de la banda y del abandono de sus armas, las de siempre y las recientemente robadas en Nimes. ¿ Solamente pretendían que se impusiera de manera definitiva el criterio de los más radicales y de los partidarios de proceder a la extinción por las armas de los presuntos patriotas radicales?

José Cavero

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