Actualizado 30/10/2006 01:00

José Cavero.- Los mitines finales

MADRID 30 Oct. (OTR/PRESS) -

Llegan al final de su extraña campaña los catalanes y los dos líderes nacionales, Zapatero y Rajoy: 31 reflexión y uno, emisión del voto, y esperar al recuento, del que tendremos noticia al comienzo de la noche, aunque será preciso aquilatar bien los votos y sus efectos: Artur Mas teme que le suceda como en las anteriores generales, que resulte el más votado, pero le arrebate el gobierno su adversario al frente de un tripartito que, nadie lo duda, no sería igual al anterior. Montilla ha sido muy explícito, dejando claras las cosas que no debió permitir su antecesor en la candidatura socialista: Desde luego, señala, si gobierna no siempre estará de acuerdo con Zapatero. Pero es que tampoco consentirá que un consejero, como hizo Carod, viaje a Perpignan para entrevistarse con ETA sin su conocimiento y autoridad. En las horas finales, incluso el Barsa se mezcla en campaña con una polémica fotografía del presidente de club con Mas en plena campaña, y Montilla no ha querido ser menos. El Barsa es más que un club, ya se sabe.

Desde luego, Zapatero ha ido a esta campaña como a ninguna otra, y para pedir, obviamente, que se vote al PSC y para que la derecha extrema se quede en el rincón de la historia. El presidente reconoce que en las elecciones catalanas hay mucho en juego porque son la referencia de las españolas, como otras veces. A pesar de lo cual, se ve cuestionado por Piqué, el candidato más hablador y seguro perdedor de estas elecciones será, de nuevo, el quinto candidato, aspirante a 'pintar' algo. Sostiene Piqué que Zapatero va a presionar a favor de CiU y que 'si hay que traicionar a alguien lo hará', dice el antiguo consejero de Pujol, ahora virrey de Rajoy en Cataluña. También proclama que en la sociedad catalana hay cierto adormecimiento porque acepta como natural que atenten contra las libertades democráticas. Piqué y Rajoy parece que han tenido el buen acierto, en esta campaña, de olvidarse del estatuto que tanto atacaron: posiblemente el acuerdo con los socialistas en el andaluz les ha dejado sin argumentos. También parece temer Piqué la posibilidad de un pacto entre CiU y PSC del que dice que 'provocaría la anulación de la sociedad civil, la asfixia de Cataluña y la anulación de la sociedad civil'.

Casi todo está dicho ya, malévolas sugerencias y pequeñas infamias incluidas. Los catalanes saben bien lo que se juegan, y si quieren hacer regresar los convergentes que gobernaron 23 años, o si dan una nueva oportunidad a un tripartito que Maragall desperdició, permitiendo abusos y deslealtades de los republicanos

José Cavero

Contenido patrocinado