MADRID, 8 Dic. (OTR/PRESS) -
La celebración del Día de la Constitución suele ser ocasión para que la clase política presente, cada vez más infrecuente en esa clase de citas, se intercambie los mejores deseos para las fiestas navideñas y el año siguiente. La clase política está de vacaciones y lo estará en las semanas venideras. Este año, abundaron esos intercambios de buenos deseos. Populares y socialistas han querido dar muestras de generosidad con el otro, aunque a todos consta que pocas veces han estado tan crispados y con tan escasas relaciones tanto políticas como incluso personales.
Zapatero y Rajoy si inquiera se saludaron, pero el uno y el otro invitaron "al contrario" -al adversario, al enemigo, bien pudiera afirmarse- a que abandonara sus correspondientes errores y se pasara "al bando de la verdad", que es el que encabeza ese contrario, adversario y enemigo. Los cronistas del Congreso lo relatan con el detalle y minuciosidad que las correspondientes empresas editoras impulsan: unos en favor de las tesis gubernamentales y otras en la línea opositora del PP. La diferencia de matices es clara: El Ejecutivo acepta negociar una reforma más amplia de la Constitución. La vicepresidenta del Gobierno escuchará al PP con especial atención., señala y destaca El País. Añade, eso sí, que Zapatero y Rajoy no se saludaron en los actos en el Congreso, aunque se hayan emplazado al consenso. Versión radicalmente distinta es la de El Mundo para sus lectores: Rajoy ofrece a Zapatero consensos sobre ETA, el Estado y la Historia.. Pide que el Gobierno vuelva al Pacto antiterrorista, acuerde las reformas de la Constitución y retire la Ley de la Memoria Histórica.
Dicho de otro modo: mientras el presidente insta a Rajoy a arrimar el hombro en el proceso de paz, y le reitera insistentemente que se sume a ese diálogo en el que sigue creyendo con voluntad y firmeza, éste, Rajoy, "convoca al PSOE al realismo". O lo que es lo mismo, le invita a "abjurar de su error" de buscar un paz dialogada con Batasuna y ETA, y le reclama que regrese al redil del pacto antiterrorista, donde será bien venido...
Dicho de otro modo, que no existe la mayor posibilidad de entendimiento en el primero de los asuntos de la agenda política. En el otro, el de la reforma de la Constitución que Rajoy ha lanzado recientemente, es probable que tampoco se llegue a avances, dado el enfoque del partido conservador: el PP quiere modificar la Constitución para garantizar las atribuciones y competencias del estado, seriamente amenazadas por los estatutos de autonomía, los presentes y los venideros.
Frente a estas aspiraciones, el PSOE tiene también sus propias propuestas de reforma constitucional, pero en modo alguno coinciden con las de Rajoy, de blindar el Estado nacional y centralista frente a las aspiraciones nacionalistas "enfoscadas" en los propósitos autonómicos. Eso sí, ha habido alguna novedad más, este seis de diciembre: Zapatero ha anunciado su previsión de agotar la legislatura aunque el proceso de paz no avance. E insta a Batasuna a ser valiente y acatar la democracia.
Y la nota divertida de la jornada, en materia de pactos y acuerdos "con el enemigo": el portavoz económico del PP, Miguel Arias Cañete, que se declara dispuesto a pactar con Solbes una financiación autonómica definitiva. Y añade que "si el PP gana las elecciones tantearemos a las personas del equipo de Rato para que vuelvan al sector público, muchos de ellos serán ministros. ¿Quién quiere ser ministro?
José Cavero.
Andalucía
