MADRID 23 Oct. (OTR/PRESS) -
No parece que la guinda haya sido Putin, que ya se ha enterado de que también en España hay corrupción abundante. Y que, incluso, hay alcaldes detenidos por causa de esa corrupción inmobiliaria que todo lo invade. Para Putin, acusado de consentir mafias y corruptos en su grandísimo país, España no tiene nada que decirle. El líder del Kremlin responde a la censura de líderes europeos por el deterioro de los derechos humanos en Rusia. Los diarios de las últimas semanas han venido trazando los mapas de municipios corrompidos, y constituyen ya una larguísima relación: Desde Marbella a Seseña, desde Ciempozuelos al noroeste de Madrid, desde Burguillos a donde usted quiera mirar. Hasta tal punto que tanto el PSOE como el PP parecen forzados a remediar una situación que deteriora la política en su conjunto. ¿Quiere usted hacerse rico? Hágase concejal de Urbanismo, parece que es la consigna. Ahora, los socialistas ofrecen un pacto al PP para frenar la corrupción en los ayuntamientos. José Blanco ha dicho que habrá tolerancia cero en esta materia, y Ana Pastor pide a los socialistas que cuando hablen de especulación expliquen por qué algunos de ellos han ido a prisión. ¿Pueden llegar a alguna clase de gran acuerdo para 'exterminar' políticamente la corrupción urbanística? Es harto dudoso, porque unos y otros siempre desconfiarán que hay intención de financiar al correspondiente partido, como ya se sugiere en algunas informaciones de estas mismas horas.
El diario 'ABC', que sacó a colación el caso o la trama de Ciempozuelos, acaba de explicar que 'multiplica por siete los pagos de Filesa, y que el PP sospecha que el escándalo huele a financiación ilegal del PSOE. ¿Dónde está el dinero de Ciempozuelos?', se pregunta en un editorial el propio diario ABC. Pero no es, ni mucho menos, la única sospecha que será preciso acreditar y resolver para que los ciudadanos en su totalidad no terminemos creyendo que los políticos, con escasas excepciones, son unos corruptos irremediables, que 'se la llevan cruda y calentita', la pasta del contribuyente y la que ellos mismos se ingenian para 'inventar': recalificaciones de terrenos, sobre todo, en un momento en el que el suelo es más escaso que nunca, y por consiguiente, más cotizado de lo que estuvo jamás.
Y todo da la impresión de que las instituciones van muy por detrás, muy lentamente. Lo de Marbella tardó años y años en ver a un juez implacable. Ahora sabemos que Anticorrupción investiga a una decena de ayuntamientos por escándalos urbanísticos. Y nos cuentan que los pelotazos se multiplican en la costa y se extienden al interior con el boom inmobiliario, mientras, ojo a la cuestión 'complementaria', miles de jóvenes se organizan en toda España para denunciar la precariedad laboral y la dificultad de acceso a una vivienda digna.
Lo cierto es que los escándalos ponen bajo sospecha el urbanismo de una quincena de municipios, y que las denuncias afectan a localidades de distintos tamaños y diferentes colores políticos. En varios casos, alcaldes del PSOE han abandonado su partido o han sido obligados a hacerlo. Y que se pueden elaborar ya mapas bien nutridos -de comprobaciones y de sospechas- de los escándalos urbanísticos en España. Las denuncias urbanísticas han venido creciendo a medida que se aproxima la cita electoral, y el efecto del ventilador llega a todos los grupos políticos: Comunidad de Madrid, Valenciana, Andalucía, La Mancha, La Rioja, Castilla y León, Baleares, Murcia, Cataluña, Extremadura y Galicia, repaso a cada caso, como nos describe uno de los reportajes sobre el particular, en El Mundo.
José Cavero