Actualizado 17/09/2010 14:00

José Cavero.- A Rabat le crispa el PP.

MADRID 17 Sep. (OTR/PRESS) -

A estas alturas de nuestra historia de vecindad con Marruecos es una obviedad que al Gobierno y autoridades del país del sur no les gusta nada el PP ni sus dirigentes. Posiblemente tengan muy en cuenta y en su "memoria histórica" la reacción de Aznar y Trillo cuando la ocupación del islote de Peregil. O la afición que sus propios dirigentes, el propio Aznar o González Pons, han mostrado por acudir a alguna de las ciudades españolas situadas en aquel territorio, Ceuta o Melilla. Lo cierto es que el mero anuncio de que Mariano Rajoy se disponía a viajar a Melilla provocaba desazón y estado de nervios en Rabat, donde se tilda la visita de provocadora, cuenta un diario; en otro que Rajoy visita Melilla como acto de soberanía y enoja a Marruecos, la visita de Rajoy a Melilla tensa de nuevo la relación con Marruecos...

Como muestra, también, la noticia de que la Coordinadora de la Sociedad Civil en el norte de Marruecos instaba este miércoles a la población marroquí a alzarse contra esta visita de Rajoy. El viaje "no apoya en absoluto las buenas relaciones entre los dos países" y se realiza "para perdurar el estatus colonial de la ciudad expoliada, algo hoy en día rechazable internacionalmente", denunció la asociación en un comunicado. La coordinadora, que el jueves y el viernes ha convocado manifestaciones en la frontera con la ciudad autónoma y en el consulado de España en Nador, consideró que esa visita "revela la política provocadora del PP ante el pueblo marroquí y su integridad territorial". A su juicio, la llegada de Rajoy es "una provocación a la sensibilidad de los marroquíes y, por ende, al tejido político, sindical y asociativo", por lo que invitan a enfrentarse a ella a "todos los ciudadanos marroquíes y a los amigos españoles conscientes de los derechos de la soberanía de Marruecos sobre ese territorio". Anunció además la intención de "emprender medidas de asedio sobre la ciudad ocupada cada vez que algún miembro de la cúpula de ese partido racista intente visitar nuestros territorios ocupados", y de hacer del jueves "el día del descontento y del enfado", como medida de protesta. La presencia de Rajoy tendrá lugar pasado casi un mes de la del ex presidente del Gobierno José María Aznar y después de que el PP "autorizara la apertura de una discoteca en Murcia con el nombre de La Meca, lo que traduce la animosidad de ese partido extremista hacia la nación árabe", lamenta la coordinadora.

Lo cierto y seguro es que la visita que realiza Mariano Rajoy hoy a Melilla, un mes después de que acudiera a la ciudad Aznar, estará rodeada de una gran tensión. El ambiente se calentó por una sorpresiva carta de protesta que envió a Rajoy, y dio inmediatamente a conocer la agencia oficial marroquí MAP, el primer ministro marroquí, Abbas el Fassi. La misiva, muy dura, ha sido enviada en nombre del partido que preside, Istiqlal, socio del PP en la Internacional Demócrata de Centro. Y en la misma le pide que no acuda a Melilla. El Fassi, el primer ministro, califica la visita de "un ataque manifiesto a la dignidad y al sentimiento nacional" de los marroquíes. "Expresamos nuestra profunda decepción y rechazo total a esta visita provocadora", señala El Fassi, para quien "este viaje no hará más que empañar el clima cordial que prevalece entre los dos países". Rajoy decidió mantener su viaje pese a la protesta marroquí. La tensión crecerá también hoy, durante la visita, ya que algunos colectivos han anunciado que habrá incidentes en la frontera similares a los que causaron la crisis de agosto, por la presencia en el paso de policías nacionales femeninas, y ya resuelta en un encuentro en Rabat con el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. El PP defiende la visita porque "Melilla es España".

La carta es llamativa, y así lo comentaban algunos dirigentes populares, porque Rajoy ya visitó Melilla hace tres meses, el 18 de junio, y Marruecos no montó ningún escándalo. Es más, Omar Duddu, líder de las revueltas musulmanas en Melilla en los años 80, anunció que iba a ofrecer un mitin en la ciudad autónoma coincidiendo con esa visita, pero el Ministerio del Interior de Marruecos lo impidió para evitar tensiones. De hecho, el contenido de la carta es mucho más duro que la reacción frente a la visita que Zapatero efectuó a principios de 2006 ya como presidente del Gobierno. Era el primero en hacerlo después de Adolfo Suárez. Felipe González, Calvo Sotelo y el propio Aznar nunca estuvieron allí como presidentes del Gobierno.

Tanto el PSOE como el Gobierno han evitado criticar la visita de Rajoy. Resuelta la crisis con Marruecos, fuentes socialistas consultadas por Europa Press insistían en que el líder de la oposición tiene derecho a ir a cualquier ciudad española. En Exteriores se aseguraba que "la españolidad de Ceuta y Melilla está fuera de toda discusión". En medio de la polémica se hizo público un discurso de Ayman Zawahiri, lugarteniente de Bin Laden, en el que se refería a las ciudades autónomas. Mostraba la disposición de Al Qaeda de luchar para cambiar el orden surgido tras la Segunda Guerra Mundial y recuperar "los reinos del islam desde Turkmenistán Oriental a Ceuta y Melilla".

Nada menos... Únicamente los socialistas han salido en defensa del viaje, limitándose a decir que "está en su perfecto derecho a ir".

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