MADRID 20 Ago. (OTR/PRESS) -
Bien puede decirse que la "reflexión personal" que el pasado fin de semana hizo José Blanco, ministro de Fomento y número dos del PSOE, sobre la necesidad de subir impuestos para mantener el nivel de servicios era solamente eso, una reflexión personal, y no un programa de Gobierno. Es lo que a acudido a explicar la vicepresidenta la económica del Gobierno, Elena Salgado, en la rueda de prensa que ofreció con el propio Blanco en la mañana de este miércoles. "La estructura fiscal que tenemos en estos momentos es suficiente", ha dicho Salgado en el Ministerio de Economía. Con el nivel de ingresos actual será posible alcanzar el objetivo de déficit del 6% para el año que viene, según la titular de Economía.
Salgado se refería a las palabras de Blanco de este fin de semana. "Dijo que la presión fiscal española es inferior a la europea. Y eso es así", ha asegurado. Pero la vicepresidenta ha omitido algo que añadía el titular de Fomento: que los impuestos españoles son muy bajos y que había que buscar fórmulas para "homologarlos" a la media europea. En ámbitos políticos se ha explicado -si non é vero é ben trovatto, como dicen los italianos-, que la ministra montó en cólera y trasladó a Zapatero su enfado. De ahí que la vicepresidenta estuviera interesada, y autorizada, para rectificar a Blanco, hacer notar su autoridad en materia económica, y de trasladar a la opinión pública esas dos ideas: en esta materia mando yo, y no es cierto lo que anuncia Blanco...
En cuando al impuesto para ricos que anunció el presidente del Gobierno, Salgado ha dicho en esta misma comparecencia que se podría hacer "algún pequeño ajuste para favorecer la equidad, pero no con un ánimo recaudatorio". Los dos ministros salían de una reunión en la que trataron también la cuestión del recorte al presupuesto de Fomento, y certificaron que el recorte inversor en infraestructuras para el próximo año podrá aliviarse con una cantidad que podrá ser "ligeramente, pero muy ligeramente, superior a los 500 millones de euros". La vicepresidenta cree que el ahorro en el pago de la deuda consecuencia de la mejora en los mercados permitirá algún ajuste para poner en marcha obras que habían quedado paralizadas por el plan de ajuste, pero que, en todo momento, se respetará el límite de gasto aprobado.
Y como ejemplo de esa mejora, señaló el éxito de la subasta de letras que el Tesoro celebró el martes. Blanco dijo que estos recursos adicionales beneficiarán a 50 obras en avanzado estado de ejecución, y que afectan a la mayoría de comunidades autónomas. Citó como ejemplo la A-8, la Autovía del Cantábrico. También anunció que Fomento empezará a licitar el Plan Extraordinario de Infraestructuras, que anunció el pasado mes de abril con un gasto de 17.000 millones de euros a partir de septiembre.
Y todavía había otra materia de interés y hasta de intriga policíaca: la reunión que el presidente Zapatero y Blanco tenían previsto celebrar este miércoles con los constructores y que se suspendió el pasado lunes después de que se hubiera anunciado. La confusión aún perdura: de un lado, el ministro de Fomento ha señalado que no se va a producir ese encuentro. Pero en fuentes gubernamentales, sin embargo, aseguraron este mismo miércoles que el encuentro sí iba a tener lugar y que sólo se había pospuesto. Posiblemente hasta que Salgado y Blanco aclararan algunos malos entendidos sobre quién debe anunciar las cuestiones de la política económica. Salgado sigue teniendo todos los poderes en estas materias.