José Cavero.- El silencio de unos y el alboroto de otros

MADRID 17 Feb. (OTR/PRESS) -

Se suceden los acusados en el banquillo de la Casa de Campo, y tras la inauguración por parte de El Egipcio, todo permite suponer que muchos otros acusados, o acaso todos ellos, se declararán ajenos a la masacre, y por supuesto, perfecta y plenamente inocentes. Las pruebas que hayan acumulado el juez instructor y sus fuentes policiales deberán convencernos a todos, al eficaz juez Gómez Bermúdez y a las víctimas y ciudadanos en general, de la culpabilidad que se les achaca. El silencio suele ser el consejo más valioso que los abogados defensores dan a sus defendidos. En boca cerrada no entran moscas, quien mucho habla mucho yerra... ¿Tiene pruebas suficientes Del Olmo para aportar y convencer a Gómez Bermúdez, a pesar del silencio de los fanáticos?

En el otro extremo, en el de las permanentes habladurías, están los políticos, ya casi todos ellos en campaña electoral. Zapatero vende trenes AVE. Rajoy vende consejos a su adversario. Pero, con bastante seguridad, quien más habla y mejores resultados está seguro de obtener es Arnaldo Otegi, de momento dirigente de una organización en la ilegalidad, y empeñado en no hacer nada para cambiar esta situación anómala. Pero Otegi está convencido de que su formación competirá en las elecciones de mayo, y además, saldrá muy bien de la prueba. ¿Con qué sigla? Batasuna tiene recursos demostrados en esa materia de hallar una marca "en horas veinticuatro", y además, de hallarles fieles votantes: El PCTV fue su más reciente recurso, todavía aupado en los escaños del parlamento vasco cuando el juez Garzón perseguía cada una de las cabezas de la hidra: ETA, Batasuna, Herri Batasuna, Euskal Herritarrok... Y apareció ese PCTV o EHAK, también conocido como "las Nekanes", que percibe las correspondientes subvenciones del Estado español. Pues bien, si hay algún partido o fuerza política que viene preparándose para las elecciones municipales de mayo, ésa es Batasuna. En algún momento se llegó a pensar que entraría por el aro de la relegalización mediante la condena del terrorismo y un cierto alejamiento de sus "directivos naturales", la banda armada.

Los acontecimientos volvieron a alentar alguna clase de "separación de bienes e intereses" cuando la bomba de la Terminal 4 de Barajas. Batasuna apenas llegó a sugerir muy cautelosamente que el procedimiento de volver a matar no era el más adecuado para ganar unas elecciones, ni siquiera para presentar candidato. Pero, superado ya el primer desconcierto y las condenas iniciales, Batasuna y Otegi han recuperado su moral, y están convencidos de que nada ni nadie se opondrá a que tengan listas propias. Y da la sensación de que, quién lo iba a decir, el mismísimo juez Garzón les dio la fórmula, al proclamar que no todos los abertzales radicales vascos tienen dependencia demostrada de la banda ETA. O sea, que Otegi se colgará de esa percha que le brinda el juez de la Audiencia, y sus siglas tendrán algo o todo que ver con abertzales radicales. O sea, los superpatriotas de Otegi...

José Cavero.