MADRID 21 Sep. (OTR/PRESS) -
Es evidente que "el padrecito Solbes", como algunos le llaman, o "el abuelo Solbes", como le califican otros, sigue teniendo un relieve moral y una autoridad poco o nada discutible en los partidos a la hora de establecer si esto es bueno o esto es malo.
En los últimos días se ha producido un cierto desasosiego y una evidente preocupación en los medios políticos por el hecho de que el presidente del gobierno alentara o diera el visto bueno personal a algunas iniciativas de sus ministros que, indudablemente, tendrán su coste en los presupuestos generales del Estado.
Iniciativas como el incremento, bastante más de lo previsto, de la cantidad que el gobierno de la Generalitat de Cataluña percibirá a cuenta de las infraestructuras; el coste que significará el Plan de Acceso a la vivienda anunciado por el propio Zapatero en rueda de prensa con Carme Chacón; la iniciativa del ministro Bernat Soria de que se afronten a cargo de los dineros del Estado las atenciones bucodentales de los chavales, el coste que tendrá el ya llamado "cheque-bebé", es decir, los 2.500 euros por cada recién nacido desde el pasado 4 de julio, la anunciada elevación de las pensiones..., todo eso va sumando unas cantidades en absoluto despreciables, más bien abultadísimas, que han producido una lógica inquietud entre muchos ciudadanos: ¿Zapatero y su gobierno disparan con pólvora del rey, o todo está controlado y bien ajustado a presupuestos previos?
Es evidente que Zapatero y su gobierno se esfuerzan por ganar las elecciones de marzo próximo, y resulta igualmente explicable que tengan la tentación de atraerse a los núcleos de electores que pudieran inclinar la balanza final a su favor, en el recuento de las generales que algunos ya han fechado para el 2 de marzo.
Los jóvenes, en particular, y las propuestas y ofertas para que se lancen al alquiler de viviendas y dejen de una vez la casa paterna, qué duda cabe que son un potencial de electores sumamente apetecible por cualquier opción, a modo de ejemplo. Las pensiones incrementadas a los mayores pueden ser otro caso de esfuerzo por atraerse a un grupo muy considerable, decisivo incluso, en cualquier elección.
Pero, además, en estas propuestas recientes del gobierno se ha jugado desde el gobierno a garantizar los apoyos que requiere la aprobación de los presupuestos generales del Estado que deben empezar a debatirse próximamente en el Congreso, pero cuyas líneas generales ya se han empezado a conocer entre los grupos políticos. Primero fue el PNV, que se alineó con el gobierno gracias a la habilidad de Solbes a la hora de renegociar la aportación vasca al cupo. Y luego han sido los catalanes, los que parecen haber quedado finalmente satisfechos con el incremento en un 25 por 100 sobre el año anterior de las aportaciones a las infraestructuras.
El tripartido de Socialistas, Ezquerra e Iniciativa ya han dado el visto bueno a esas generosas aportaciones. Con lo cual, parece que Solbes tiene suficientemente garantizado el apoyo a sus grandes número. Por todo lo cual, Solbes ha dado el visto bueno y ha pedido calma: Habrá dinero, ha dicho, para afrontar todos esos nuevos gastos. Y sin tener que elevar los impuestos y tasas.
José Cavero