Actualizado 27/10/2006 02:00

José Cavero.- Un suceso grave con consecuencias

MADRID 27 Oct. (OTR/PRESS) -

Desde el primer momento en que se dio la alarma del robo, en una armería francesa, de 350 pistolas y sus diez mil balas de nueve milímetros, se pensó en ETA, y en ese sentido han continuado las sospechas y las pesquisas. Zapatero también lo cree, y algunos medios informativos, a lo sumo, lanzan la hipótesis de que han podido ser etarras al margen del proceso o disconformes con él o escépticos con su resultado final.. Tan sólo el sindicato Lab, por cierto, ha restado importancia al robo de armas...

Si ha habido presos etarras que, desde la Audiencia Nacional, han aprovechado para proclamar su lealtad a la banda terrorista "hasta la muerte", y si se han conocido las tensiones de Ternera, el negociador, con los mandos militares, no es improbable que estos últimos hayan querido hacer su demostración de fuerza precisamente en vísperas de que los europarlamentarios de Estrasburgo sometieran a votación la confianza que les merece la propuesta de tregua definitiva de la banda. La Cámara de Representación comunitaria está también dudosa sobre si creer o no en la buena voluntad de la banda, como demostró una votación muy ajustada.

Zapatero ha opinado sobre el robo, calificándolo de grave y no exento de consecuencias. O lo que es lo mismo, el Presidente bien quisiera que el proceso de paz continuara y fuera a más, pero la crispan, como al más entusiasta, las trampas y zancadillas de un camino de recorrido difícil. Desde luego, a la oposición del PP, esta clase de obstáculos etarras no dejan de alentarle y de darle los argumentos de cada día. Acebes exige que el Estado se rearme contra ETA y que Zapatero acabe con la infamia de la negociación. El PP se ofrece para rearmar el estado de derecho si rompe la negociación. Y exige a Zapatero que cierre su proceso con ETA. No parece ser ésa, de momento, y a falta de más datos, la voluntad del presidente, ya alertado de que aparecerían dificultades y obstáculos imprevistos.

Zapatero no rompe el proceso pese al rearme de ETA por molesto y desconcertado que esté. Tiene otros frente más de apreciable preocupación: La encuestas de las elecciones catalanas del domingo están lejos de resultarle proclives, y las primeras reacciones cosechadas tras la designación del candidato Miguel Sebastián a la alcaldía de Madrid también le son adversas. Está refugiado en las buenas cifras económicas, incluido el descenso de la inflaciónAlineados con el PP, ni el presidente del Supremo ni el cardenal Cañizares dan ánimos en este trance al presidente: El primero sostiene que la Justicia no está en tregua y el segundo sostiene que la banda debe disolverse antes de iniciar la negociación.

José Cavero.

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