MADRID 14 Sep. (OTR/PRESS) -
Nunca hubo unanimidad sobre lo que podría suceder, en materia de crecimiento o no, durante el tercer trimestre, entre los meses de julio y septiembre. Y aunque todavía no ha terminado este período -faltan las tres semanas últimas-, ya hay apreciaciones o impresiones, que siguen siendo contradictorias. De una parte, la Comisión Europea, contradiciendo al Gobierno, vaticina que la economía española ha sufrido una recaída temporal entre julio y septiembre tras haber salido de la recesión a principios de año, debido a la subida del IVA, el recorte de la inversión pública y el final de las ayudas a la compra de coches. Para el conjunto del año, Bruselas ha revisado ligeramente al alza su previsión (de -0,4 a -0,3 por ciento, la misma cifra que maneja el Gobierno) gracias a que los datos del primer semestre han sido mejores de lo previsto. En todo caso, España sería el único gran país de la UE cuya economía siga contrayéndose este año.
En contraste, el Ejecutivo comunitario mejora considerablemente su pronóstico para la eurozona (que crecerá un 1,7 por ciento en 2010 en lugar del 0,9 que Bruselas había vaticinado en mayo) y para el conjunto de la Unión Europea (del 1 al 1,8 por ciento) por los buenos datos de principios de año, aunque prevé una ralentización del crecimiento durante el segundo semestre. La mayor revisión al alza en las cifras de Bruselas es la que afecta a Alemania, que prácticamente triplica su previsión de crecimiento respecto a los datos de primavera (3,4 por ciento en lugar de 1,2). Para el resto de grandes países de la UE, la mejora es más modesta. Polonia crecerá también un 3,4 por ciento (0,7 puntos más), Países Bajos un 1,9 (0,6 puntos más), Reino Unido un 1,7 (0,5 puntos más), Francia un 1,6 (0,3 puntos más) e Italia un 1,1 (0,3 puntos más). Para España, después del débil crecimiento del 0,1 por ciento en el primer trimestre y del 0,2 en el segundo trimestre, que se debió a "factores temporales", la Comisión vaticina una recaída temporal entre agosto y septiembre (-0,1 por ciento) y una vuelta al territorio positivo el último trimestre del año, aunque rozando el estancamiento (0,1 por ciento).
Bruselas atribuye esta recaída a la subida del IVA el 1 de julio, que llevó a un adelantamiento de las compras a la primera mitad del año; al final de las ayudas a la compra de coches, que ha provocado una fuerte caída en las ventas; y al recorte de gasto público durante la segunda mitad del año. El ajuste en el sector de la construcción continuará durante la segunda mitad del año. Pese al estancamiento de la economía española, Bruselas prevé que la inflación siga creciendo y se sitúe a finales de año en el 1,8 por ciento por la subida del IVA y de precio de los carburantes (aunque la media para 2010 será del 1,6). Tras el aumento de 2009, los salarios reales se estancarán en 2010. Para el conjunto de la UE, Bruselas prevé para este año una inflación del 1,8 por ciento (la misma cifra que en mayo), mientras que en la eurozona se situará en el 1,4, según datos que reproduce Cotizalia.
En cuanto a los datos que ha proporcionado hace pocos días en Bruselas la vicepresidenta y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, insistió en su estimación de que España, aunque débilmente, mantendrá su PIB positivo en los cuatro trimestres de este año, sin la recaída que le atribuyen la CE y otros organismos e institutos. Veremos quién ha estado más próximo a la realidad...