MADRID 24 Jun. (OTR/PRESS) -
A cualquier ciudadano que se le pregunte por el semestre comunitario de Presidencia española, que termina estos días, es muy probable que tenga muy escasa información y que lo valore con notas muy bajas. No es, sin embargo, la opinión del presidente Zapatero, que dedicó su intervención en el Congreso, el miércoles por la mañana, a recordar los éxitos y méritos conseguidos en ese durísimo semestre que él mismo padeció en la presidencia del Gobierno español. De entrada, Zapatero afirmó que el Gobierno se ha sentido "útil" durante la presidencia rotatoria de la UE y ha destacado el "firme" apoyo de los socios y las instituciones comunitarias al "esfuerzo" de España para adoptar las medidas "necesarias" ante la crisis. Zapatero recalcó que España ha presidido la Unión en un período de "rebrote de crisis financiera" en el que "ha habido que lidiar con difíciles circunstancias para la Unión Europea y también para nuestro país".
"Hemos disfrutado de ostentar un papel activo en una etapa decisiva para la Unión", añadió el presidente, que se centró especialmente en su balance en los acontecimientos de carácter económico, destacando los acuerdos logrados en el último Consejo Europeo, el del pasado día 17, en el que a instancias españolas, los socios de la Unión aceptaron la propuesta de hacer públicas las llamadas pruebas de resistencia de las entidades financieras, a fin de trasladar confianza sobre la solidez económica de los países miembros. Zapatero también prestó mucha atención a la aprobación de la llamada Estrategia 2020, para cimentar un nuevo modelo de crecimiento económico en la UE. En opinión del presidente éste es, quizá, el punto más relevante porque, "inaugura una nueva década de reformas en la Unión".
El tercer gran foco de atención es la decisión de los 27 de "reafirmar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento", que incluirá incentivos y sanciones para los países que cumplan y para los que no, así como un sistema de vigilancia previa de los Presupuestos nacionales y de la calidad de la deuda. "La reforma del Pacto", afirmó, "será extraordinaria y empezará en el mes de octubre". El presidente destacó, sobre todo, la mencionada decisión de publicar los exámenes a la solvencia de los bancos, que "vende" como un gran triunfo, y se mostró convencido de que la cumbre de la pasada semana fue positiva tanto para Europa como para España. "Pocas veces un Consejo Europeo ha sido tan contundente en su voluntad de despejar incertidumbres, con una apuesta decidida por una unidad y la transparencia, por instrumentos de supervisión más eficaces, y con una decisión firme, en mi opinión, irreversible, de avanzar juntos en la supervisión de esta crisis y en el impulso de la recuperación", explicó.
Zapatero repasó todas las iniciativas de la cumbre, y calificó de "satisfactoria" la actuación de España durante un semestre en el que, ha dicho, el Gobierno "se ha sentido útil", ha tenido que lidiar con circunstancias especialmente difíciles y ha disfrutado de la oportunidad de ostentar un papel activo en una etapa "decisiva". A su juicio, se han cumplido los dos principales objetivos marcados al inicio de la presidencia: lograr la total aplicación del Tratado de Lisboa con pleno apoyo a las nuevas instituciones y avanzar en la coordinación económica de los Estados miembros para hacer frente a la crisis y avanzar hacia la recuperación. Sólo ha lamentado que no se hayan celebrado finalmente dos de las cumbres previstas: la de la UE con Estados Unidos y la de la Unión por el Mediterráneo.
La primera, según explicó, fue "imposible" por la cercanía de la anterior cumbre con EEUU y por la agenda de la Administración americana, aunque ello no ha supuesto un freno a las relaciones y, de hecho, este jueves se firmará el acuerdo de "cielos abiertos" que supondrá crear una zona transatlántica común de aviación que abarcará el 60 por ciento del tráfico mundial de pasajeros. Zapatero no hizo referencia a las relaciones europeas con Cuba, aunque sí citó el apoyo español a la adhesión de Turquía para señalar que, pese a "tantos imponderables" que condicionan la negociación, es posible que la próxima semana se abra un nuevo capítulo. El presidente del Gobierno cerró su intervención convencido de que se ha trabajado "mucho y bien" y ha agradecido el apoyo de los grupos parlamentarios que han reconocido que se ha ejercido. También hizo frente a las acusaciones de bajo tono que se han vertido contra el turno de presidencia de España, sosteniendo que "no era tiempo de protagonismos ni de liderazgos personalistas, sino de respuestas audaces". "Hemos hecho una auténtica política de Estado en interés de Europa y de España", finalizaba. El presidente del Gobierno también hizo una breve mención a la próxima cita económica que tiene el G-20 este fin de semana, y en la que espera que se perfile una "estrategia de salida de la crisis coordinada", así como importantes avances en la regulación del sistema financiero internacional y una profunda reforma del FMI.
Desde luego, las opiniones del presidente no fueron compartidas por el principal líder de la oposición. Mariano Rajoy certificó la "decepción" de la Presidencia española de la UE en el pasado semestre y criticó la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero como "deslucida", de "bajo nivel" y "mediocre". Además, subrayó como "lo más importante" la situación de "protectorado" en la que ha quedado sometida la economía española bajo el "paraguas" de sus socios europeos. "Usted pensaba escribir un guión europeo y resulta que otros se lo han escrito a usted", le reprochó a Zapatero, suscitando los aplausos de la bancada popular. Rajoy afirmó que el semestre de Presidencia española "se salda con una decepción que todos lamentamos", y añadió que "el protagonismo que soñábamos para España se ha producido, pero no por las razones que deseábamos". "Han hecho ustedes el ridículo", dijo en otro momento. Rajoy resumió con una pregunta su crítica: "¿Cree usted que la imagen y reputación de España es superior a la del pasado 31 de diciembre?" Según Rajoy, Zapatero "no ha logrado lo que pretendía. Hemos terminado con una economía intervenida desde el exterior, con una economía en protectorado porque no se fiaban de su forma de gobernar; y la opinión pública no ha prestado atención a los fastos del semestre, ocupados como están en buscar trabajo o en llegar a fin de mes".