José Luis Gómez.- A vueltas con España.- La Ley de Partidos

MADRID 30 Oct. (OTR/PRESS) -

La Ley de Partidos es una de las llaves del proceso de paz, en la medida en que de ella depende la vuelta a la legalidad de Batasuna, que, según la doctrina judicial vigente, sería 'una estructura organizativa integrada en ETA para hacer más eficaz la acción terrorista'. Sin embargo, salvo el PP, nadie discute en el fondo la conveniencia de que Batasuna se incorpore a la mesa de partidos vascos, para lo cual es necesaria su legalización, trámite igualmente imprescindible para que pueda concurrir a las elecciones municipales del año que viene.

El Gobierno del PSOE suele mostrarse dispuesto a encontrar caminos para que Batasuna se legalice sin cambiar la ley de junio de 2002, apoyada entonces por PP, PSOE, CiU, CC y PA -el 95% del Congreso-, pero no quiere desactivarla, como le exige Batasuna. A Zapatero le ata, entre otras cosas, su compromiso con el PP, si bien a veces se le escapan hojas de ruta para Batasuna, como si ésta no supiera encontrar el camino.

Quienes ahora se escandalizan ante Batasuna por pedir lo que pide obvian a menudo que varios partidos políticos también se opusieron a la ley que los regula. De hecho, IU, PNV y casi todo el Grupo Mixto votaron en contra de la norma que el verano de 2002 permitió suspender las actividades públicas y privadas de Batasuna y que en marzo de 2003 dio pie a su disolución oficial, decretada por el Supremo. Pese a todo, basta con poner la tele para comprobar que la fortaleza de Batasuna y la tolerancia policial permiten que el partido de Otegi pueda subsistir y estar presente en la política de Euskadi. Y hasta de Europa, por mucho que también figure, desde junio de 2003, en la lista de organizaciones terroristas de la UE. Unos y otros están, en la práctica, menos lejos de lo que aseguran en sus declaraciones públicas.

José Luis Gómez