MADRID 15 Abr. (OTR/PRESS) -
Los últimos atentados de grupos vinculados a Al Qaeda, especialmente los registrados en Argelia, vuelven a poner a España en el punto de mira de las acciones terroristas del islamismo radical. El yihadismo global considera entre sus objetivos declarados al-Andalus, es decir, la práctica totalidad del actual territorio español. Los expertos en esta materia, como Fernando Reinares, más que discutir si España volverá a sufrir un ataque sitúan la duda en el cuándo. La lucha de fondo contra este fenómeno será en cualquier caso lenta, por lo que a corto plazo se impone extremar los servicios de inteligencia; máxime cuando se trata de un terrorismo que hay que prevenir, ya que recurre a los suicidas.
Los políticos suelen ser muy dados a pregonar sus obras cuando gobiernan y, en cualquier caso, sus ideas, para que todos las conozcamos y podamos elegir con mayor conocimiento de causa. Prácticamente no hay ningún episodio ante el que los políticos no reaccionen y opinen, a veces por cierto con escasa profundidad. Sucede todos los días y para comprobarlo basta ver cualquier telediario o escuchar un boletín de radio. Es el ya famoso periodismo declarativo que tanto daño hace a la profesión.
Sorprende por ello que ante un acontecimiento de la gravedad del mencionado sean tan escasos los análisis de fondo, más allá de unas palabras bienintencionadas del ministro Rubalcaba. Está bien que expertos como Fernando Reinares adquieran protagonismo, ya que su conocimiento nos ilustra, pero no es suficiente. Quienes rigen los destinos de un país que ha sufrido el 11-M no sólo tienen la obligación de seguir trabajando contra el terrorismo, como se supone que hacen, sino que deben ser claros ante la opinión pública. Muchos atentados del yihadismo ya han sido prevenidos en países de la Unión Europea, cuya política común también requiere ser explicada a la gente. Sobre todo para comprobar que está bien coordinada.
José Luis Gómez