Actualizado 14/04/2011 14:00

Julia Navarro.- Escaño Cero.- La discreción de Salgado.

MADRID 14 Abr. (OTR/PRESS) -

Me lo decía Jordi Casas, flamante parlamentario de CiU: "Elena Salgado está resultando ser una vicepresidenta económica mucho más solvente de lo que imaginábamos, es tranquila, está haciendo las cosas razonablemente bien, aunque las que ha hecho aún no son suficientes".

Desde luego la vicepresidenta no pierde la calma sean cuales sean las noticias sobre nuestra economía, se la ve segura, decidida a hacer lo que en la Unión Europea nos han dicho que debemos de hacer.

Luisa Fernanda Rudi la preguntaba en la sesión de control al Gobierno por el incremento del coste de la vida, y la vicepresidenta sin mover el gesto ha afirmado que la recuperación "irá tomando fuerza" a lo largo de este año, y que el aumento del IPC se debe a la subida de los precios del petróleo que tendrá como consecuencia que se reduzcan las previsiones de crecimiento.

El caso es que la vicepresidenta está campeando como puede el huracán de la crisis y no debe de ser fácil tener que subir a la tribuna del Parlamento cada semana a responder sobre los efectos devastadores de la crisis.

Lo cierto es que día si día no algún organismo internacional nos da algún susto. Tan pronto nos dicen desde la Unión Europea que estamos haciendo "bien" los deberes que nos han impuesto como sale el portavoz del Fondo Monetario Internacional avisando que o las comunidades autónomas se aprietan el cinturón o no se sabe lo que puede pasar, y de paso le piden a Zapatero que España haga más sacrificios.

Por lo pronto, nos anuncian que no saldremos del túnel hasta el 2017 y eso provoca desánimo en los ciudadanos. El 2017 se antoja demasiado lejano, y sin esperanzas más inmediatas es difícil seguir adelante.

En realidad los próximos años van a ser difíciles, y lo peor es que vamos a continuar viendo como nos recortan el Estado del bienestar en beneficio de quienes provocaron la crisis, que son los que se están yendo de rositas.

Hasta ahora, somos los ciudadanos los que estamos pagando el coste de una crisis que ha han provocado los especuladores financieros y, que se sepa, estos continúan tan tranquilos cobrando sus bonus y especulando.

Tal y como van las cosas, me temo que pese a las declaraciones del propio presidente asegurando que por ahora no habrá mas sacrificios cualquier día de estos la vicepresidenta Salgado con sonrisa tímida y mano enérgica nos anunciará nuevas medidas para que nos apretemos un agujero más el cinturón. Tiene que cuadrar las cuentas y, o empieza a cuadrar a las comunidades autónomas para que gasten menos, o nos cuadra a los ciudadanos. Todo con tal de alejarnos del epicentro del tsunami que ya ha engullido a otros países. España no es Portugal, no es Grecia, repetimos de manera insistente, pero nadie nos garantiza que un día nos levantemos y seamos griegos o portugueses.

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