MADRID 2 Dic. (OTR/PRESS) -
Pues sí, según avanza la legislatura cada vez son más los que en el PP dicen estar preocupados, y un pelín desesperados, porque con la que está cayendo, las encuestas no les den como ganadores en caso de elecciones. Y no es ningún secreto que quienes muestran esta preocupación creen que el problema que tiene su partido es de liderazgo, o sea, Mariano Rajoy.
Nadie pone en duda que Rajoy es un político serio, con la cabeza bien amueblada y capaz de gestionar la cosa pública, pero el caso es que su liderazgo no termina de calar en el electorado. Además en las filas del PP también están los que creen que el modelo de oposición por el que ha optado Rajoy en esta legislatura es un modelo demasiado blando que no les va a dar réditos en las urnas. Claro que si quienes dicen esto se pararán dos minutos a pensar tendrían que aceptar que el modelo de oposición de la legislatura pasada, en la que el PP se pasaba el día de manifestación en manifestación y haciendo una oposición a degüello, tampoco les sirvió de nada, sino todo lo contrario.
En mi opinión, efectivamente Rajoy tiene un problema de liderazgo pero éste no se debe a su modelo de oposición, puesto que ya ha probado los dos, el duro y el blando, sino sencillamente que no es capaz de entuasiasmar ni lograr el apoyo mayoritario de los ciudadanos. Rajoy y su equipo creen que el tiempo juega a su favor, o sea que terminará convirtiéndose en presidente por cansancio del electorado, es decir cuando las urnas den un voto de castigo al PSOE, supongo que deben de pensar que las elecciones no las gana un partido sino que las pierde otro, y deben de confiar que, en vista de la crisis económica, y de los errores del gobierno, tienen las próximas elecciones ganadas.
Se puede morir de éxito y también de confianza, y me parece a mí que si la derecha española deja en manos del destino y del deterioro de la situación económica sus bazas para gobernar, es que esta derecha está de antemano derrotada. Aún falta para las elecciones generales, y no parece que Zapatero sea ese tipo de presidentes que adelanta los comicios sino más bien que los apura hasta el último día, de manera que en este tiempo puede pasar cualquier cosa y confiar solo en el deterioro del que gobierna es tener muy poca confianza en sí mismos.
Que la derecha española tiene un problema de liderazgo es algo evidente, otra cosa es que quienes hacen el diagnóstico dentro del PP tengan el valor y la fuerza para hacerse oír, en caso de que quieran hacerse oír. Porque ésa es otra, es muy común en los partidos criticar al jefe en voz baja y darle palmaditas en la espalda y reírle las gracias en su presencia. Pero visto desde fuera, Mariano Rajoy no convence ni a buena parte de los suyos. Claro que como es gallego a lo mejor cree y hace buena la máxima de que resistir es vencer. Me parece que él lo cree así, lo mismo que otros creen en los Reyes Magos.
Julia Navarro.