Actualizado 20/10/2006 14:51

Julia Navarro.- Escaño cero.- El pensamiento único

MADRID, 20 Oct. (OTR/PRESS) -

Verán ustedes, uno de los mayores despropósitos parlamentarios que se han sucedido en los últimos años es el que algunos de sus señorías protagonizaron en la Comisión Mixta de Relaciones con el Defensor del Pueblo. Sus señorías de los partidos nacionalistas y de Izquierda Unida se despacharon contra Enrique Múgica con una violencia que ponía los pelos de punta. El pecado de Enrique Múgica, a la sazón Defensor del Pueblo, es haber presentado un recurso de inconstitucionalidad contra el Estatuto de Autonomía de Cataluña.

Hay miles de ciudadanos que creen que el nuevo estatuto catalán es inconstitucional y un auténtico disparate político que tendrá consecuencias no deseadas a medio y largo plazo, y muchos ciudadanos se han dirigido al Defensor del Pueblo instándole a presentar ese recurso. Pero la reacción de los partidos nacionalistas catalanes es que nadie puede llevarles la contraria, que tienen derecho a hacer de su capa un sayo y los demás a aceptarlo sin rechistar. A mí me parece que la obligación de Múgica era presentar ese recurso de inconstitucionalidad y me produce miedo la reacción de los dirigentes nacionalistas por su concepción etnicista de la política. Es curioso, pero los nacionalistas catalanes creen que es estupendo ser nacionalista catalán pero un crimen ser nacionalista español.

La cuestión es que a Enrique Múgica le han tachado de "aprendiz de Milosevic" de "político frustrado" de "sembrador de odio y de discordia" y otras lindezas por el estilo. Que quieren que les diga, a mí me parece que los nacionalistas catalanes están dando una lección de autoritarismo e intolerancia preocupante. Insultar a quienes no piensan como ellos es como para echarse a temblar, y eso es precisamente lo que hacen: exigir que se les dé la razón en todo y que se les ayude a conseguir su objetivo final, que no es otro que la independencia. Decirles que no es convertirse en apestado. Por eso insisto, creo que Enrique Múgica ha cumplido con su obligación presentando un recurso de inconstitucionalidad porque hay miles de ciudadanos que creen que buena parte del articulado del nuevo Estatuto catalán es un disparate. Por otro lado, creo yo que a estas alturas de su vida, Enrique Múgica soportará con estoicismo el chaparrón de ese grupo de vociferantes intolerantes.

Julia Navarro.