Actualizado 10/11/2006 01:00

Lorenzo Bernaldo de Quirós.- Y ahora Iberdrola ...

MADRID 10 Nov. (OTR/PRESS) -

Según parece, las cúpulas de Endesa y Scottish Power, la compañía eléctrica británica, ha decidido fusionarse. La operación se traduciría en la adquisición amistosa por parte de la empresa presidida por Sánchez Galán de la eléctrica escocesa, esto es, los españoles mandarían. Si este movimiento se confirma y sale adelante, Iberdrola habrá logrado una jugada brillante: adquirir una dimensión lo suficientemente grande para evitar el riesgo de una Opa hostil y convertirse en uno de los mayores operadores energéticos europeos. En realidad se convertiría en uno de esos campeones nacionales, que tanto gustan al gobierno, pero como debe hacerse, es decir, a través del mercado y no de maniobras políticas.

En este contexto, Unión Fenosa se convierte en el patito feo de las eléctricas españolas. Su entrada en el capital social de Iberdrola hace unas semanas con vistas a realizar una posterior fusión no le va a servir para nada. Galán ha preferido la opción británica y la inversión realizada por Florentino Pérez se diluirá en la macroéléctrica resultante de la fusión y no le servirá para nada. Además es probable que Fenosa saque unas importantes minusvalías, en otras palabras, que su inversión en Iberdrola ni siquiera le proporcionará una rentabilidad razonable sino todo lo contrario. En este escenario, la eléctrica gallega se queda compuesta y sin novio. Su futuro, como compañía independiente, parece difícil de garantizar. Será una presa fácil de los predadores del sector.

La fusión de Scottish Power con Iberdrola ofrece algunas lecciones interesantes. Primera, las integraciones de grandes empresas son más fáciles, rápidas y exitosas cuando se pactan; segunda, no necesitan ningún tipo de apoyo político para que se realicen, basta que interesen a las partes. Para que el morbo sea mayor conviene recordar que E.ON se intentó merendar a los escoceses hace dos años y fracasó de una manera rotunda. Allí donde fracasó Bernotat, Galán puede haber logrado un éxito rotundo y sin sangre. No está nada mal.

Lorenzo Bernaldo de Quirós

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