Actualizado 07/10/2007 02:00

Lorenzo Bernaldo de Quirós.- El BCE mantiene el tipo

MADRID 7 Oct. (OTR/PRESS) -

El Banco Central Europeo ha decidido mantener los tipos de interés. Trichet no ha sucumbido a las presiones, Sarkozy incluido, para que redujese el precio del dinero en la Eurozona. Esa decisión es correcta. La economía en la zona del euro mantiene su dinamismo y no existen síntomas de que la tormenta financiera norteamericana haya afectado de manera negativa a la región. Las condiciones monetarias son bastante generosas y, en cualquier caso, no son la causa de un iexistente ralentización de la economía continental. Los únicos países europeos en los cuales existe riesgo de un pinchazo serio provocado por una restricción del crédito son España y el Reino Unido.

El BCE se ha mantenido en sus trece porque cree que una actuación más expansiva, esto es un recorte de las tasas de interés, alimentaría la inflación. Razón no le falta. La oferta monetaria, medida por la M3, lleva creciendo mucho tiempo por encima del nivel que el instituto emisor considera compatible con la estabilidad de precios y la inflación, medida por el IPC, está en el límite fijado por el BCE. Por último, el encarecimiento del petróleo añade tensiones inflacionistas adicionales que el banco no quiere estimular abaratando el dinero. En suma, los 'chicos' de Frankfurt han cumplido con su trabajo.

Cuando los mercados pierdan volatilidad, esto es, se estabilicen, nadie sabe si eso se producirá en breve, el BCE ha anunciado un endurecimiento de su política; en plata, nuevas subidas de tipos de interés. Esta situación sí es mala para la economía española. Las familias y las empresas ya habían comenzado a acusar los efectos de un dinero más caro. Si se encarece más y persisten las dificultades para acceder al crédito, lo que es muy probable, el impacto sobre el consumo y la inversión privada va a ser duro. La verdad es que todas las noticias son poco alentadoras.

Lorenzo Bernaldo de Quirós

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