MADRID 29 Oct. (OTR/PRESS) -
La construcción se ha desplomado en EE.UU., los precios de los activos inmobiliarios han descendido y el crecimiento se ha desacelerado de manera sustancial. La pregunta es si ese cuadro negativo va a contagiarse a la economía norteamericana o no. De ello dependerá un aterrizaje suave de la actividad y/o una recesión. En estos momentos es complicado realizar un pronóstico claro de por donde van a ir las cosas pero sí es posible realizar algunas observaciones. Aunque China y los países emergentes crecen con mucho vigor y Europa se anima un poquito, el impacto de una aguda desaceleración económica del gigante norteamericano tendría efectos globales nada desdeñables. Esta es una hipótesis nada despreciable. Yanquilandia puede irse al traste, al menos, por una temporada.
El motor de la economía yankee era el consumo privado sostenido por un círculo peligroso de aumento del valor de los inmuebles, de boom constructor y de un endeudamiento creciente de los hogares para financiar el consumo. Los ciudadanos norteamericanos han ahorrado cada vez menos y han gastado cada vez más porque su riqueza inmobiliaria crecía y crecía... Ahora, el panorama ha cambiado de modo radical. El precio de los "ladrillos" ha caído de manera abrupta, los tipos de interés han subido y, por tanto, a las familias estadounidenses la deuda se les ha puesto más cara porque son menos ricos. El resultado será una contracción del consumo privado y un crecimiento más bajo.
La coyuntura norteamericana guarda un paralelismo muy grande con la situación española. Aquí, la deuda de los hogares no deja de crecer apoyada en una "burbuja inmobiliaria" que ha puesto el precio de las casas por las nubes, ha elevado la riqueza de los hogares y las ha permitido gastar por encima de sus ingresos. En este escenario, un descenso del precio de los inmuebles tendría un impacto muy notable sobre la economía nacional y, en concreto, sobre el componente más importante de la demanda interna, el consumo. Esta hipótesis se ve fortalecida por la trayectoria alcista de los tipos de interés. En suma, nuestro panorama es similar al norteamericano de hace unos meses y muy pocos se aventuraban a pronosticar una caída sería de la economía de EE.UU.
Lorenzo Bernaldo de Quirós.