Actualizado 08/12/2006 01:00

Luis Del Val.- Banqueros tunantes

MADRID 8 Dic. (OTR/PRESS) -

El tendero de la esquina puede ser castigado con un expediente que termine en multa por haberse olvidado de poner el precio de algún producto, pero a los banqueros que suben las cuotas a cientos de miles de clientes, sin decirles una palabra, nadie les hace el menor reproche.

Los pequeños comerciantes se rebelaron ante las altas comisiones que les cobraban los bancos por aceptar las tarjetas de crédito, y los banqueros, ante la amenaza de un plante que bloquearía el uso de las tarjetas, se mostraron razonables y rebajaron las comisiones. Un banquero siempre se muestra razonable, cuando alguien le demuestra que es más fuerte que él, porque el banquero no está para dar lecciones de arrojo y valentía, sino para ganar dinero. ¿Y qué sucedió con el dinero que perdió con los comerciantes? Muy sencillo: nos lo cargó a los usuarios de la tarjeta, porque los usuarios tenemos la ventaja de que para que el banquero nos meta la mano en la cartera, ni siquiera nos tienes que desabrochar la chaqueta y hurgar en el bolsillo interior, puesto que tiene nuestra cartera abierta en la cuenta corriente que mantenemos con él.

Miguel Martín, que es presidente de la Asociación Española de Banca dice que los bancos deben aumentar las comisiones que cobran, afirmación que, dado el puesto que ocupa, no le va a causar problemas con sus jefes. Miguel Martín, como hacen los estúpidos y los demagogos, dice que en otros países europeos cobran más. Vale, tío. Lo que no dice el portavoz de los pícaros bancarios es que los horarios son mucho más cómodos para el cliente, por ejemplo, u otros factores. Con ese razonamiento, los coches utilitarios deberían subir los precios porque los Rolls Royce son mucho más caros.

¿Le ha escrito su banquero comunicándole que por su tarjeta de crédito le está cobrando un 18% más que antes? No, claro. Usted es sólo un cliente sin fuerza. Y los pícaros nunca fueron razonables con los débiles.

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