MADRID 16 Abr. (OTR/PRESS) -
"Esta señora, además de ambiciosa, debe de ser muy ignorante...", así se refiere Begoña Aranguren a Sylianne Stella en el libro que acaba de publicar: "Niño mal de casa bien, el último gozador del siglo XX", cuya dedicatoria reza textualmente "A José Luis de Vilallonga, mi marido, mi amante y mi amigo".
Son trescientas páginas que reflejan una conversación íntima que mantiene la autora con su ex marido, y en la que hace un repaso que abarca desde que se conocieron y mantenían citas "casi clandestinas", hasta la ruptura, que según Begoña nunca fue definitiva. Begoña insiste en que Vilallonga fue el amor de su vida, viene a decir que con él descubrió y experimentó lo que es estar de verdad enamorada.
Fueron tres años de matrimonio, según Begoña fue ella quien le abandonó, según la propia Sylianne fue más bien José Luis quien la dejó. Lo cierto es que el marqués de Castellvell se inclinó por pasar los últimos años de vida junto a Sylianne, su tercera esposa, ella le cuidó y le ayudó cuando enfermó del cáncer de garganta. La francesa-monegasca vive afincada en Palma de Mallorca con su marido, el pintor Jorge Vasconcelos, con quien Vilallonga se llevaba de maravilla.
Una vez más Aranguren arremete contra Sylianne y crítica que fuese a programas de televisión y que ejerciese de "viuda" cuando Vilallonga falleció.
La reacción de Sylianne no se ha hecho esperar, lo puede decir más alto pero no más claro: "Todo lo que cuenta esta señora es mentira, no tiene ni idea, ahora dice que no he estado casada 25 años con José Luis. Está obsesionada conmigo porque a Begoña Aranguren le habría gustado tener la vida que yo he tenido con José Luis, ella solo ha estado tres años con él y no admite que él la dejase pero de eso yo no tengo la culpa".
"Celebramos juntos las bodas de plata y también pasé con él los tres últimos años de su vida. José Luis ha estado cinco años separado de ella y él no la quería ni ver. Algunas de las cosas que cuenta me resultan ridículas, como cuando dice que jugaban al escondite para verse y que nadie se enterase, ¿tú te crees que un hombre de 85 años va a hacer eso? Si dice que él era el amor de su vida será porque es el único hombre al que habrá conocido".
"Begoña dice también que José Luis tenía Parkinson y eso es completamente falso, tenía cáncer de garganta y dificultades para comer, pero nunca tuvo Parkinson. Cuenta que José Luis le mandaba sms, los amigos y yo misma nos hemos reído mucho porque él no sabía ni manejar un móvil, esta mujer se inventa muchas cosas. Después de enterrar a José Luis, ella intentó ponerse en contacto con la familia, pero ellos no quieren saber nada de Begoña Aranguren, no la pueden ni ver y no le cogen el teléfono, me refiero a la hermana y a los sobrinos".
"Habla de gente a la que nunca ha conocido como Nati Abascal y sus hijos, o el propio Pedro Trapote, con el que dudo que haya coincidido alguna vez. Dice que Felipe González le ha decepcionado, pero si no le conoce de nada. También habla de deudas: ¿pero qué deudas? Cuando yo les fui a ver vivían en el centro de Madrid en un apartamento de 500 metros, tenían chofer y servicio, ¿qué dice esta señora?... Es evidente que miente para vender más ejemplares".
"Yo creo que Begoña Aranguren está enferma y vive obsesionada con Vilallonga y conmigo, creo que tiene celos de mí porque a ella le habría gustado tener la vida que yo he tenido con José Luis, pero yo no tengo la culpa. Mabel, con el temperamento que tenían Vilallonga, ¿crees que si hubiese querido vivir y morir con ella no lo habría hecho?, nadie se lo habría impedido".
La vida de Sylianne es ahora muy diferente a la de hace años cuando mantenía ese enfrentamiento abierto con su hijo Fabrizzio, a quien Aranguren también le dedica unas páginas en su libro porque le señala como el culpable de su fracaso matrimonial con Vilallonga. Ahora Fabrizzio vive en EEUU y sigue casado con Cristina, su segunda mujer, Sylianne se emociona cuando habla de sus cuatro nietos de siete, seis, cinco y cuatro años, tres niñas y un niño: "Con mi hijo ya se limaron asperezas y ahora tenemos una relación excelente, fui a verles este invierno y ahora vendrán ellos a verme y disfrutaremos juntos del verano de Palma". ¿Quién le iba a decir a Sylianne hace unos años que la tortilla daría la vuelta y estaría con su hijo a partir un piñón?