MADRID, 25 Nov. (OTR/PRESS) -
La nueva y espectacular pelea entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón, muy importante por sí misma, lo es todavía más por lo que significa dentro de un partido en el que coexisten muy diversas interpretaciones de la política y aun de la democracia. Además de esa coexistencia, hay que hablar de un importante déficit de liderazgo, lo que explica esos enfrentamientos, que no son meras discrepancias, como los interesados pretenden hacernos creer. El PP es un partido exclusivamente pensado para alcanzar y conservar el poder y su actual situación es de una incomodidad extrema, al temerse fundadamente que van a permanecer en la oposición por largo tiempo. Eso hace que sea más chocante todavía la enemistad manifiesta entre las dos máximas figuras, a parte de su presidente. Es ya un tópico decir que con Aznar no habrían ocurrido estas cosas. Lo cual no sé si es positivo o negativo para el propio partido. Además, ha aflorado un tema de gran envergadura como es el tamayazo, es decir, la trama que arrebató el poder de la Comunidad Autónoma a la izquierda y que todavía no ha sido explicada.
Coinciden estos hechos con el peor momento de la guerra de Irak en los tres años y medio largos que hace que comenzó. Hay que preguntarse muchas cosas, sobre todo a raíz de lo sucedido este jueves, día en que murieron en aquel país más de doscientas personas, a sumar a los cientos de miles de muertos en todo este tiempo. El PP no se encuentra en el mejor momento para que se le diga que tenemos que reaccionar ante el caos y el desastre de Irak, porque España promocionó esa guerra, junto a USA y Reino Unido, contra la explícita voluntad de la inmensa mayoría de los españoles. Esta constatación pesa como una losa sobre la cabeza de ese partido y de sus máximos dirigentes, que lo eran del Gobierno de Aznar en los tiempos iniciales de la guerra. Es una losa que está ahí, incluso en los momentos en que no se les recuerda. Somos muchos los que seguimos esperando al menos una explicación o una petición de perdón por parte de los mencionados responsables.
Pedro Calvo Hernando.
Andalucía
