Actualizado 29/12/2006 01:00

Ramón Pi.- Desde la libertad.- Día de los Inocentes

MADRID 29 Dic. (OTR/PRESS) -

Es desolador ver los aterradores niveles de incompetencia de las que, en un involuntario y certero endecasílabo, José Luis Martín Prieto ha llamado "las ministras de cuota y cremallera". Lo último (al menos cuando escribo esto, pues en cualquier momento puede ser lo penúltimo) ha sido la comparecencia de doña Magdalena Álvarez, ese ser sutil y exquisito, en el Congreso. Es lamentable que fuese el 27, y no el 28, de diciembre, porque no tenemos siquiera la posibilidad de pensar que nos quería gastar una inocentada. El transporte aéreo es, como se sabe, un servicio público, cuya titularidad es del Estado, y éste otorga la concesión de licencias para desarrollar esta actividad a las empresas privadas que cumplan las condiciones establecidas. Pues bien, la responsable política de cuidar el correcto desarrollo de este servicio ignora por completo cómo se hace para retirar una licencia sin producir efectos desastrosos contra terceros enteramente inocentes de los desaguisados de los concesionarios.

Pero aunque hace méritos sobrados, ensañarse con doña Magdalena Álvarez sería un agravio comparativo respecto de sus colegas Calvo, Salgado, Trujillo, Espinosa y demás endecasílabas de este Gobierno, que me han inspirado esta inocente broma de Inocentes:

Lo mismo posan en la prensa rosa que ejercen su política carrera:De la Vega, Trujillo y Espinosa, Salgado, Magdalena, la Cabrera, o la gran Carmen Calvo, portentosa. Mujeres que no son, ay, otra cosa que ministras de cuota y cremallera.

Ramón Pi.

ramon.pi@sistelcom.com

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