Actualizado 21/12/2006 01:00

Victoria Lafora.- Ni afirma, ni desmiente

MADRID 21 Dic. (OTR/PRESS) -

El ministro Rubalcaba se vio obligado ayer a comparecer antes los medios para no decir nada. La noticia de un encuentro de emisarios del Gobierno y los etarras, en una ciudad europea, es de esas que no se pueden confirmar sin organizar un auténtico follón político y Rubalcaba tiene ya muchas tablas como para cometer esa torpeza. Pero su silencia fue más elocuente que cualquier confirmación y explica el optimismo de altos cargos del ejecutivo que, el miércoles en la copa de Moncloa con los periodistas, no se recataban de mostrar y contar como el clima, en el llamado proceso de paz, es mucho mejor de lo que se había dicho.

Nadie habló de la cita con ETA, por lo que hay que felicitar al diario del grupo Vocento por su exclusiva, pero en los corrillos se nos repetía el mensaje de tranquilidad; de que nos podíamos ir de vacaciones de Navidad porque no habría comunicado de ETA anunciando el fin del alto el fuego. El proceso será largo, tendrá altibajos como la grave crisis ocurrida en el verano, no va a ser fácil pero los lazos se mantienen y hay un optimismo moderado. Ahora mismo las expectativas están puestas en el mes de enero. A finales de ese mes o Batasuna se legaliza o no podrá presentarse a las elecciones municipales y autonómicas. Se teme que ya esté en marcha el plan para que comparezca como una "agrupación de electores" que obligará a los jueces a averiguar nombre por nombre la vinculación de los candidatos con la formación ilegalizada. Solo así se entiende también la sorprendente cita de Zapatero a Rajoy para el viernes cuando llevaban más de nueve meses sin dirigirse la palabra salvo el breve pésame por la muerte de Loyola de Palacio. El presidente aseguraba ayer en Moncloa que no espera convencer a Rajoy. Evidentemente lo primero que tiene que hacer es informarle sobre los encuentros, preliminares o no, con la banda terrorista, que para eso le llama.

Después de que el portavoz de Moncloa, Moraleda, adelantara a los medios una cita que no conocía el principal invitado: Mariano Rajoy se comprende que Rubalcaba fuera tan prudente ayer y no quisiera confirmar ni desmentir el encuentro con los etarras. Hubiera provocado la ira del PP y del resto de los grupos a los que prometió informar los primeros y que llevan esperando desde septiembre su comparecencia parlamentaria. De momento, en fase preliminar como dice pero esperando avances, lo positivo es que se mantiene el alto el fuego y no se ha roto la esperanza de acabar con esta lacra.

Victoria Lafora.

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