Actualizado 18/10/2007 19:27

Crónica Francia.- Éxito de la huelga del transporte y servicios en Francia, primera de envergadura en la era Sarkozy

- El Gobierno escuchará a los huelguistas, pero anuncia que "no cederá" en la reforma de las pensiones

PARÍS, 18 Oct. (OTR/PRESS) -

La primera huelga de envergadura del mandato de Nicolas Sarkozy como presidente de la República francesa, convocada en los transportes públicos y servicios de energía, se saldó con éxito para los convocantes y trastornos para los millones de usuarios de los servicios públicos en el país vecino. En protesta por la reforma de las pensiones, la huelga ha servido para obtener un compromiso por parte del Gobierno de que recibirá a los sindicatos, aunque aclarando que no retirará la ampliación del periodo de cotización que da derecho a una pensión completa en ciertos sectores.

El origen del conflicto reside en la intención del Ejecutivo de ampliar el período de cotización que da derecho a una pensión completa desde los 37,5 años actuales a los 40 para algunos determinados sectores. Al llamamiento, según sindicatos, concurrieron el 73,5% de los maquinistas del servicio público de ferrocarriles, SNCF, o el 40% de los trabajadores de las empresas 'Electricité de France' o 'Gaz de France'. Estas cifras superan a las del paro de 1995 que obligó a los líderes de entonces a retirar la reforma. Y es que la medida anunciada recientemente por el Gobierno afecta a alrededor 1,6 millones de personas en SNCF, la red de transporte urbano de París RATP, las empresas de energía Electricité de France y Gaz de France y los secretarios de notarías.

El portavoz del Gobierno galo, Laurent Wauquiez, anunció hoy que se "escuchará" las preocupaciones sindicales, pero sin "ceder". Wauquiez indicó que "si no se hace un esfuerzo" en diez años será difícil sostener incluso la pensión actual de los financiados por este régimen, dado que actualmente hay unos 150.000 cotizantes para un millón de pensionistas. "Estamos aquí para garantizar, para avanzar, en la concertación, pero para avanzar, con la reforma de las universidades, el poder adquisitivo, las horas extras...", anticipó.

A este respecto, el ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, recibirá "la próxima semana" a los sindicatos, según declaraciones aparecidas en 'Le Monde' recogidas por Otr/press. Una situación que a buen seguro no se produciría si del presidente del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen dependiese, ya que calificó el movimiento como "ilegal" al actuar contra una decisión política.

Según el primer secretario del Partido Socialista, François Hollande, sería necesario reabrir el marco de negociación para redirigirlo empresa por empresa. "El marco se ha fijado, las líneas de los regímenes especiales decididas, pero no se ha tenido en cuenta su dureza", afirmó a la televisión 'RTL'. Hollande considera imprescindibles dos principios para convertir la reforma, necesaria, en justa: "el primero, el de la negociación a partir de un marco global, y en segundo lugar el de la dificultad que debe ser el fundamento de la duración de la cotización".

QUEJAS SINDICALES

El secretario general de la federación ferroviaria de la CGT, Didier Le Reste, declaró que los trabajadores esperan un "mensaje" del Gobierno para decidir si continúan o no con las movilizaciones, ante el riesgo de que a este paro le sigan más. Fuerza Obrera también advirtió al Ejecutivo de los riesgos de un "conflicto" en la SNCF. "El Gobierno no quiere negociar sobre principios que considera no negociables, sobre lo esencial, es decir, pasar de 37,5 años a 40 años", lamentó la formación en boca de su secretario general, Rémy Aufrère, quien se cuestionó si el Ejecutivo "quiere romper el régimen especial por razones financieras o razones políticas".

Para el secretario de la CGT, Bernard Thibault, "los que han tenido que recurrir a la huelga no han tenido otra elección porque no se han creado las condiciones de diálogo, de negociación, para definir el futuro de las pensiones". Por este motivo, Thibault pidió al ministro de Trabajo "parar la reforma en 15 días".

Lo cierto es que la huelga, comenzada a las 20.00 horas del lunes ha servido como toque de atención al Gobierno. Renfe suspendió todos sus trayectos con Francia, Suiza e Italia por este paro, que se notó especialmente tanto en la capital como en una treintena de ciudades más. En París, la convocatoria provocó un aumento del tráfico rodado y algunos atascos, así como un mayor número de motos y bicicletas. La Alcaldía de París confirmó que el sistema de alquiler de bicis, que habitualmente ronda los 14.000, batió su propio récord al llegar a los 27.000.

Además, alrededor del 90% de los trenes de alta velocidad no circularon, y la mayoría de las líneas de metro no funcionaban, aunque las que sí lo hacían utilizaban menos convoyes de los habituales. Sin embargo, y pese a la mayor densidad circulatoria, el Centro Nacional de Información por Carretera señaló que la calma caracterizó la situación general.

Incluso el propio Sarkozy se vio afectado no sólo como presidente, sino también como usuario de algunos servicios. Su segunda residencia, ubicada en Versalles y llamada paradójicamente la 'Lanterne' (Linterna), amaneció hoy sin electricidad como significativa medida incluida en las protestas.

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