Publicado 11/04/2020 08:00

Antonio Casado.- Pacto, ¿qué pacto?

MADRID 11 Abr. (OTR/PRESS) -

Si el plasma de curados o la planta del tabaco no nos libran pronto de la pesadilla, los 157.022 contagiados (viernes a mediodía), pueden convertirse en el millón cantado por agoreros descreídos del recuento oficial, mientras las fuerzas políticas se apedrean por encima la barricada izquierda-derecha.

La matemática parlamentaria no impidió la prórroga del encierro hasta el 26 de abril ni la convalidación de los decretos contra los efectos económicos y sociales de la crisis. Pero la confrontación no cesa. En la izquierda aliada que gobierna (PSOE-Podemos), se apela a la unidad contra el enemigo común. Y para la derecha que aspira a gobernar (PP y lo que le cuelga en el extremo) eso solo es la tapadera de un Ejecutivo incapaz.

Es la crónica resumida del pleno del Jueves Santo en el Congreso, en lo tocante a la causa común contra el coronavirus. Pedro Sánchez solemnizó su llamamiento a un gran pacto nacional para la reconstrucción económico-social del país. Pero tanto Casado como Abascal, los dos jefes de fila de la banda derecha, coinciden en la negativa a ser cómplices de la negligencia y el sectarismo que atribuyen al PSOE y al socio podemita.

En tierra de nadie quedó Ciudadanos, que reclama de Moncloa una mirada hacia el centro, donde el partido de Arrimadas se hace el encontradizo, mientras que el previsible desmarque las fuerzas nacionalistas (los problemas del Reino no son sus problemas) se recostó en el miedo a una presunta intención centralizadora del Gobierno Sánchez-Iglesias.

Poco o ningún futuro le veo a la propuesta de Sánchez por "un gran acuerdo nacional para la reconstrucción económica y social en el que participen a partir de la próxima semana todas las fuerzas dispuestas a arrimar el hombro".

A la vista de lo ocurrido en el pleno del Jueves Santo, uno tiene muchas dudas de que sea sincero el ofrecimiento de Sánchez. Si lo fuera, Adriana Lastra y Pablo Echenique, los dos portavoces parlamentarios de la alianza gubernamental, no hubieran arremetido como lo hicieron contra "las derechas". Lastra acusó al PP de haber rechazado la mano de Sánchez para irse con Vox y de querer derrotar al Gobierno antes que al virus, mientras que Echenique habló de la "miseria política" de una "derecha irresponsable" que "siembra la mentira y el odio mientras tantos españoles se juegan la vida".

¿Y éstos son los que ofrecen un pacto?, debió pensar el líder del PP, Pablo Casado. "Si Adriana Lastra no nos ha insultado más ha sido por falta de tiempo", dijo. Así que encontró en los discursos de Echenique y de Lastra motivos sobrados para hablar de "pacto de las lentejas" (las tomas o las dejas) "Gobierno arrogante" y, referido a Sánchez, "mal señor para unos buenos vasallos".

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