MADRID 1 Dic. (OTR/PRESS) -
La procesión va por dentro por más que el equipo de José Blanco intente restar interés e importancia a la cascada de encuestas que en los últimos días sitúan al PSOE y al PP en empate técnico en intención de voto y confirman que mientras los socialistas sufren un desgaste electoral continuo, los populares aguantan e incrementan ligeramente su apoyo. Ha hecho pupa, sin duda, el sondeo de Temas para el Debate, publicación que pilota Alfonso Guerra y, sobre todo, el análisis del sociólogo José Félix Tezanos quien subraya que las perspectivas preelectorales del PSOE son de cierto estancamiento, e incluso retroceso.
En Ferraz insisten en que la revista Temas no siempre acierta y ponen como ejemplo para desacreditar el informe demoscópico de sus compañeros Guerra y Tezanos, algún sondeo publicado también por la citada publicación meses antes de las últimas elecciones generales, en el que el PP estaba nueve puntos por encima del PSOE y después perdió los comicios. La dirección socialista se empeña en olvidar la convulsión social y política que causó el mazazo terrorista del 11-M propiciando el vuelco electoral a favor de Zapatero, por más que, en efecto, el PSOE acortara sustancialmente la distancia con el PP durante la campaña electoral. Se engañan los socialistas cuando se empecinan en no admitir que sin el 11-M no hubieran ganado las elecciones, y se equivocan al restar importancia a la tendencia a la baja que sufren, según indican todas las encuestas, y no sólo la de Temas. Una tendencia que viene observando desde hace cuatro meses el profesor Ricardo Montoro, ex director del CIS, en los sondeos mensuales que realiza para Intereconomía y cuya última entrega de noviembre concluye con una diferencia de 1,3% a favor de los populares, que obtendrían un 39,8 % de votos frente al 38,5 % de los socialistas. Desde el 14-M de 2004, el PSOE ha perdido ya 4,1 puntos y el PP ha recuperado 2,1, según los análisis de Montoro.
Y no sólo le pasan factura a Zapatero y su Gobierno, la inmigración o las tensiones territoriales sino también la incierta y confusa negociación con ETA que una parte significativa de los españoles observa como un proceso de cesión permanente al entramado terrorista. Precisamente uno de los datos más significativos de la encuesta del CIS es la pérdida definitiva de la "virginidad" política de Zapatero al cosechar su segundo suspenso en valoración popular. Algo tendrá que ver ese 19 por ciento de ciudadanos que según Tezanos le apoyaron el 14-M y ya no están decididos a hacerlo ahora.
Antonio Jiménez.