MADRID 27 Ene. (OTR/PRESS) -
No tenemos noticia precisa del alcance, características, duración y recetas para la crisis económica que está agitando la economía mundial, entre otras cosas porque casi todo es distinto que en cualquier ocasión. No hay consenso más que sobre los orígenes del problema, pero tampoco se ha profundizado demasiado sobre eso.
¿Qué se puede y se debe hacer desde España y para la economía española? Los márgenes no son muy amplios habida cuenta de que la política monetaria está en manos del Banco Central Europeo. Pero los líderes políticos tienen obligaciones con los ciudadanos aunque algunas sean de carácter más emocional.
En primer lugar deben ser claros y precisos en el diagnóstico y trasladar a los ciudadanos la perspectiva más realista de la situación. Decir esto en plena campaña electoral, aunque todavía no esté declarada, es como desear un milagro. Pero los partidos van a ver enjuiciados por esas actitudes. Transmitir la confianza que debe dar un capitán en plena tormenta es lo que se espera de cualquier liderazgo.
Los datos sobre empleo que acaban de conocerse son también alarmantes. Es probable que indiquen el agotamiento de un modelo económico que ha funcionado muy bien durante los últimos años gracias al empuje sostenido de la construcción y los servicios. ¿Están ofreciendo los partidos un análisis y una reflexión sobre el modelo económico alternativo que hay que poner en marcha en España en esta economía globalizada?
Una campaña electoral es, sobre todo, la ocasión para contrastar proyectos. El cruce de descalificaciones -que parece inevitable- debiera ser consecuencia de los desacuerdos políticos y no la parte sustancial de la campaña.
Es normal que el PP intente desacreditar la política económica del PSOE, pero debiera hacerlo desde un claro proyecto alternativo. Y viceversa: las diatribas del PSOE contra el partido en la oposición debieran soportarse en un análisis riguroso de las propuestas conservadoras. Eso, en el supuesto caso de que ambos tuvieran proyectos. De momento, la impresión que existe es que unos y otros sólo manejan propaganda.
Carlos Carnicero