Actualizado 29/10/2006 02:00

Carlos Carnicero.- Zapatero y de Juana Chaos

MADRID 29 Oct. (OTR/PRESS) -

Arnaldo Otegui es representante oficioso de una organización ilegal, tipificada como "terrorista" por el Parlamento Europeo, que tiene una acreditada presencia mediática y ningún obstáculo para representar a su partido ilegalizado. Dice Otegui que es una condición para avanzar en el "proceso" es la derogación de la Ley de Partidos, porque es un rescoldo del pasado. No dice nada de la necesidad de disolver ETA, porque tal vez pretenda que es una organización con vigencia para seguir en uso. Otegui abusa de la tolerancia que existe con su organización ilegalizada pero además dice que no se piensa someter. Seguiremos pacientemente observado sus provocaciones y los silencios del Gobierno.

Estamos asistiendo a la ocupación de un espacio en los medios de comunicación de las tesis del terrorismo que no tiene correlación con las manifestaciones del Gobierno. El presidente del Gobierno no suele hacer otros pronunciamientos que genéricos y vacuos para no precisar ninguna posición ni facilitar información sobre el estado actual de las cosas. Sin embargo, el presidente no ha tenido inconveniente en asegurar que el etarra De Juana Chaos apuesta por la paz. Esa precisión de José Luis Rodríguez Zapatero no puede dejar de alimentar la idea de que el cambio de criterio de la fiscalía, en relación con el proceso en el que el terrorista está inmerso, tendría relación con un acuerdo suscrito por él con el Gobierno. ¿Significa esto que se han empezado a concertar medidas para suavizar los tratamientos judiciales de los etarras que apoyen el final dialogado de la violencia? Ha empezado, al menos, ese tipo de negociación sin informar de ello a la opinión pública.

Convendría consensuar si hay que hacer caso a las cosas que dice Otegui y sus compinches, si necesitan respuesta sus provocaciones y si todos los silencios del Gobierno son prudentes o tienen alguna dosis de condescendencia con unos terroristas que no aparece proclives al cumplimiento de la ley ni al abandono de la violencia y que siguen amenazando a la sociedad con actos tan provocadores como el robo de un arsenal de armas.

Tal vez sería mejor el silencio total que las frases solemnes. Cuando dice el Gobierno que "pagaran caro" los ladrones de armas, son solo fuegos de artificio, porque la ley francesa es precisa con los delitos que significa el asalto a un polvorín. Convendría que el Gobierno precisara los términos en que este proceso de diálogo dejaría de ser posible, porque la sucesión de provocaciones sin respuesta está llenando el vaso de paciencia de la ciudadanía. Lo malo es que no sabemos las dimensiones que el Gobierno ha dado al recipiente de nuestro conformismo, porque el presidente solo ha hablado con detalle habla para echarle una mano a de Juana Chaos, pero no nos dice nada, más que lugares comunes, de su criterio sobre las amenazas de ETA.

Carlos Carnicero.

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