MADRID 14 May. (OTR/PRESS) -
Los precios nos han dado un respiro en abril, pero el enfermo sigue grave. La inflación sigue muy por encima de la media de nuestros socios europeos y sigue siendo incompatible con un cuadro de grave desaceleración de la economía. El escenario en el que estamos de bajada de crecimiento y subida de los precios no sólo era sorprendente sino íntrinsecamente maligno.
Tampoco conviene echar las campanas al vuelo. Más bien parece un alivio coyuntural, ya que el petróleo y los alimentos han seguido subiendo y pondrán su grano de arena de aquí a muchos meses. Y lo seguirá haciendo mientras no se ponga remedio. Reformas estructurales, de loiberalización y de mayor competencia.
Es más nos anuncian una subida del recibo de la luz del 11 por ciento, al menos eso es lo que ha pedido la Comisión Nacional de la Energía. Es decir, que nos esperan aún muchos meses de sufrimiento con este asunto. De hecho, el BCE lo tiene tan claro que no está dispuesto a ceder ni un ápice en su política de control y vigilancia de los precios.
No nos podemos consolar, ya que los precios de los productos básicos de la cesta de la compra, los que realmente afectan a la vida diaria de los ciudadanos siguen altísimos. La capacidad adquisitiva de los salarios continúa su merma, porque además de los precios hay que contar con los tipos de interés de la hipoteca que siguen por las nubes y con ese dato negativo del aumento en 2007 de la presión fiscal, cuando nos habían vendido una bajada de impuestos.
Tenemos además encima de la mesa multitud de previsiones que hablan de un bajísimo crecimiento de la economía española para este año, pero también para el que viene. En 2009, según el Instituto de Economía Mundial de Kiel, el PIB español crecerá un 1,8 por ciento, dos décimas por debajo de la media europea. Este otro mito que nos vende siempre el presidente del Gobierno que pese a todo nuestro comportamiento es mejor que el de nuestros socios resultará también falso.
Ante esta cascada de previsiones, el Gobierno sigue instalado en el discurso de que todo mejorará aunque no sabemos por qué. Las escasasa medidas que se han tomado tienen que ver con el aumento del gasto público, del rescate por el rescate. Pero, nada que tenga que ver con los problemas estructurales que siempre hacen que todo en la economía española sea más complicado.
Carmen Tomás.