Actualizado 23/11/2006 01:00

Fermín Bocos.- El fusible

MADRID 23 Nov. (OTR/PRESS) -

El "proceso de paz" cada día recuerda más el que imaginó Kafka. Si allí el protagonista era presa de la angustia que provoca el absurdo, aquí lo que está cristalizando es la desoladora sensación de que Zapatero ha perdido el cabo de la cometa. La otra parte ya no está por la labor y exige lo que el presidente del Gobierno constitucional de España no puede aceptar: el reconocimiento del "derecho de autodeterminación".

El robo de armas y de coches y placas de matrícula en Francia; el envío de cartas con exigencias de dinero a algunos empresarios y la "kale borroka", son evidencias de un doble juego que coloca al ciudadano Zapatero ante el peor escenario posible para seguir con el proceso. Los esfuerzos del ministro del Interior para aparentar en público que no se da cuenta de lo que quieren decir los informes de la Gendarmería Francesa, resultan sorprendentes; patéticos, incluso, en un hombre tan inteligente como Alfredo Pérez Rubalcaba. Quizá no se haya dado cuenta, pero va camino de convertirse en el fusible del proceso.

Si la cosa sale mal -y son copiosos los indicios que apuntan en ésa dirección-, tiene muchas papeletas para ser sacrificado políticamente. La última encuesta del CIS traía malas noticias para el Gobierno. Zapatero había diseñado una operación política con Artur Mas para asegurar una segunda legislatura en La Moncloa, pero Montilla le ha roto el esquema... Mas no será presidente de la Generalitat y la continuidad de Zapatero dependerá de la sanción de los españoles a su forma de gobernar los asuntos del común. De ahí la importancia que tiene el "proceso". Olvidando que Aznar autorizó reuniones con la ETA, la dirección PP ha criticado desde el primer momento los contactos con la banda, pero ahora, a la vista de la nula disposición del mundo etarra a poner, de verdad, fin a la violencia, la crítica esta incorporando hechuras corales. Si la ETA rompe y anuncia que vuelve a las andadas, el fracaso del presidente le pasará factura política al Partido Socialista. Si las encuestas insisten y se apaga la luz, Zapatero no dudará en cambiar el fusible.

Fermín Bocos.

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