Actualizado 27/10/2006 02:00

Fermín Bocos.- El robo de las pistolas

MADRID 27 Oct. (OTR/PRESS) -

En La Moncloa están muy preocupados. Se dice por Madrid que el robo de trescientas pistolas en Francia -un asalto presumiblemente perpetrado por un comando etarra- turba los sueños del presidente del Gobierno. No es para menos. Al plantear el proceso de negociación con la dirección de la banda terrorista, en términos no colegiados, Rodríguez Zapatero ha sublimado este asunto convirtiéndolo poco menos que en una cuestión personal. Él es el centro de todo. El "omfalos" en el que convergen todas las terminales informativas y de esa centralidad se deriva la comprensible desazón que aparejan las inquietantes noticias venidas de Francia. ¿Ha roto la ETA su compromiso de "alto el fuego" permanente? Es verdad que no han matado a nadie desde que anunciaron la tregua, pero un golpe como el que dieron en Vauvert podría ser interpretado en esa clave. Técnicamente, desde luego, lo es. Y que la banda haya aprovechado el compás de espera para rearmarse es un hecho muy grave.

Manuel Chaves, presidente de Andalucía y del PSOE ha dicho que el robo de las pistolas "no le iba a salir gratis" a los etarras. Es difícil interpretar el alcance de semejante advertencia -que también podría ser anotada como una amenaza. Es probable que ante la alarma creada tras conocerse el asalto, Chaves haya charlado con Zapatero y éste le haya transmitido un estado de ánimo, ya digo, desazonado por el inopinado asalto. No se lo esperaban. Quizá porque a fuerza de escuchar tantos discursos acerca del futuro esplendente que podría forjarse alrededor del proceso... si las cosas salen bien, sus patrocinadores ya no son capaces de distinguir la información de la propaganda. Es pronto para saber qué es lo que anuncia el robo de las pistolas y qué consecuencias políticas puede traer. Zapatero, por nada del mundo, querría tener que anunciar que ante la ruptura del "alto el fuego" se veía obligado a cortar los contactos con la ETA volviendo a enervar el Pacto Antiterrorista y la Ley de Partidos ahora en el dique seco. Si Francia confirma oficialmente que los ladrones eran etarras, al presidente se le van a complicar las cosas. La opinión pública es muy sensible a la expectativa de paz (agigantada por la propaganda, todo hay que decirlo), pero aún lo es más, mucho más, a las tomaduras de pelo.

Fermín Bocos.

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