MADRID 23 Nov. (OTR/PRESS) -
De todo cuanto ocurre hoy en España -advierto: no figuro entre los alarmistas--, lo que podríamos llamar la rebelión de los jueces me parece lo más serio. Por lo sintomático, por lo que afecta a la división de poderes establecida desde Montesquieu y por lo que puede acabar afectando no solamente a la vida política, sino a nuestras vidas en general.
Lo digo porque este jueves se espera que la Asociación Profesional de la Magistratura, conservadora, emita un duro comunicado contra el "acoso y desprestigio" a los que, según estos magistrados, someten "algunas fuerzas políticas y algunos medios" a los profesionales de la justicia. Se refieren, claro, al Gobierno, al fiscal general del Estado y a los periódicos y emisoras que pasan por hacer causa común con el socialismo en muchos frentes.
Así que podemos estar ante un aldabonazo más del estamento judicial, precisamente cuando el Consejo del Poder Judicial (que está en funciones por haber agotado su mandato), en el que los vocales procedentes de la APM son mayoría, se enfrenta, grave crisis, al Tribunal Supremo a cuenta de la permanencia o no de Javier Gómez Bermúdez, miembro emblemático de APM, en la presidencia de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Que es, recordemos, donde se juzgará a los procesados por el 11-m.
Son muchos los españoles que se preguntan cómo es posible que exista tanta disparidad entre los dictámenes, decisiones y opiniones legales de unos jueces frente a otros. O cómo puede suceder que un juez deshaga por completo la labor de su antecesor en un caso determinado (pongamos el del ácido bórico y los famosísimos peritos).
Resulta difícil tantas veces decantarse por unas u otras posiciones. Por lo que dicen unos u otros fiscales. Y resulta complicado, en ocasiones, explicarse por qué coincide en el tiempo la apertura de tantos frentes contra el Gobierno. ¿Existe una acción coordinada -perfectamente legítima, lo advierto de antemano_ de movimientos sociales para desgastar al Ejecutivo de Zapatero? ¿Se está haciendo el Gobierno socialista acreedor a la protesta casi simultánea de varios sectores? La respuesta a la primera pregunta me parece que debe ser afirmativa. La segunda es, claro, subjetiva.
Fernando Jáuregui.