Publicado 12/08/2019 08:00

La semana política que empieza.- La 'semana grande' del PP

MADRID, 12 Ago. (OTR/PRESS) -

Asistiremos esta semana, si nada impensado ocurre --en este país ya se sabe--, a la ceremonia de investidura de la 'popular' doña Isabel Díaz-Ayuso como presidenta de la Comunidad de Madrid, en alianza con Ciudadanos y con el beneplácito final de Vox, tras una larga negociación que nadie comprendió, en el fondo, en qué diablos consistía. Pero, con todo, Díaz-Ayuso es una representante típica de esa 'nueva derecha' que se procura Pablo Casado en sus intentos de afianzarse rompiendo con el pasado más que buscando nuevos horizontes.

Claro que esa ruptura con un recuerdo de corruptelas, que obviamente no afectan al líder actual del partido, no es fácil ni va a serlo. Llega doña Isabel acompañada de una anti-campaña en la que le han recordado su cercanía a ex presidentas cuestionadas como Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, o incluso con el archidesprestigiado Ignacio González. Cierto es que la historia de la CAM no es precisamente ejemplar: aquí se produjo el 'tamayazo' --que nadie ha explicado aún a los ciudadanos--, por aquí han pasado figuras muy cuestionadas del PP y se han producido hechos increíbles en el PSOE, como la defenestración de Tomás Gómez. Incluso alguno de Izquierda Unida tuvo, a lomos de la Caja madrileña, ocasión de corromperse. Y que la CAM es mucha CAM: a veces, un vertedero de oro.

Temo que la cascada de acusaciones, la verdad es que nada demasiado concreto y tangible, contra la inminente presidenta de Madrid corresponda con una planificación de desprestigio milimetrada desde quién sabe dónde (no, sin duda, desde el área del siempre elegante Angel Gabilondo); pero también tiene que ver con el hartazgo de los madrileños ante la constatación de que desde la Comunidad autónoma se ha abusado, y no poco ni pocas veces, de ellos. Hay escepticismo y este nuevo valor el PP, que tanto va a mandar en Madrid, se desgañita recordando que nada hay (penalmente no, desde luego) en su contra y que siempre ha sido una persona honrada, algo que ningún hecho o revelación hasta ahora ha podido contradecir.

Y no, Ayuso, a quien he tenido ocasión de conocer ahora, no es precisamente Cayetana Alvarez de Toledo. Estilos diferentes y la nueva presidenta de la CAM 'in pectore' mucho mejor talante y, creo, bastante más progresista que la portavoz en el Congreso. Que fue impuesta por Pablo Casado frente a opiniones contrarias de los 'díscolos' barones, como Moreno Bonilla, Fernández Mañueco, Alfonso Alonso y, sobre todos, Alberto Núñez Feijoo, que sigue siendo el que tiene más clara la jugada. Algunos de ellos, no tan en privado, han llegado a sugerir --Díaz Ayuso también lo hizo en su día, y fue obligada a rectificar-- una abstención del PP en la nueva votación de investidura, para evitar que Pedro Sánchez se tenga que echar en los brazos de los 'enemigos de España'.

De momento, Díaz Ayuso, como su compañero el alcalde de Madrid Martínez- Almeida --que ya ha protagonizado algún caso de censura artística poco apreciado, desde luego, por los madrileños--, representan un PP joven, que ha superado la brecha 'casadistas/sorayistas' sin necesidad de un programa teórico y de actuación demasiado definido. Sabemos que llegan con lenguaje nuevo, con menos complejos y con mucha menos experiencia que 'los de Rajoy' y creo que con menos presión 'de los de Aznar' de lo que se piensa. Veremos.

De momento, esta es la 'semana grande' del PP. Un PP que se goza de los errores de Ciudadanos y de la perdida de popularidad que las encuestas dan a un Vox desgastado sin haber comenzado siquiera a ejercer. Creo que el 'teléfono rojo' de Casado con Pedro Sánchez funciona con cierta fluidez. ¿Sabrá Casado aprovechar esta oportunidad, ahora que ha logrado consolidarse algo en su partido, que sigue siendo el más nutrido de España, para convertirse en un estadista? Su oportunidad es ahora, antes de las azarosas semanas políticas que tenemos por delante.