Actualizado 22/12/2006 01:00

Francisco Muro de Iscar.- Un ataque de cuernos

MADRID 22 Dic. (OTR/PRESS) -

La fiesta nacional ha tenido desde siempre ardientes defensores y enérgicos detractores. Algunas de las más bellas páginas de la literatura o del cine tienen al toro y al torero, a la fiesta, como protagonistas. Las dehesas españolas son el lugar natural de vida de un animal creado para la muerte en la plaza. Al fin y al cabo, como el hombre. Yo no formo parte de ninguno de los dos bandos, pero creo que el toro bravo no existiría sin la fiesta y la fiesta es como es, un espectáculo con hondas raíces. Pero, dicho eso, y pese a que el nuevo Gobierno catalán quiere prohibir las corridas en Cataluña y convertir las plazas en centros comerciales, no esperaba una salida al ruedo tan intempestiva como la que ha tenido la ministra de Medio Ambiente al manifestarse partidaria de suspender la muerte del toro en las corridas y equipararnos en eso a Portugal. No quiero llamarle un ataque de cuernos, porque no es eso, pero lo parece.

Supongo que, como el Gobierno no tiene ningún frente importante abierto, a la ministra Cristina Narbona se le ha ocurrido esta genialidad. No se sabe si eso es un pase de pecho, fruto de una profunda reflexión sobre el medio ambiente- ignoro cómo afecta eso al ecosistema y al cambio climático- o una media verónica para colocar al toro en suertes. Es posible que su compañero José Antonio Alonso, el ministro del interior, de quien depende todo lo relativo a las corridas, le de una larga cambiada y la deje mirando al tendido, pero como desconozco si el presidente Zapatero es partidario de un paseillo de civilizaciones entre toreros, toros, aficionados y detractores, ignoro quién puede cortar la oreja en el Consejo de Ministros (el rabo ni mencionarlo). Carmen Calvo ya ha dicho que le preocupa "el riesgo que corren los toreros, muchos (¡¡) de los cuales mueren en las plazas". Pero, sobre todo, me falta la opinión siempre ponderada de un picador de lujo, como "Pepiño" Blanco. Ah, y como era de esperar, el PP se opone.

Nos quieren quitar de fumar, incluso a los que lo dejamos hace veinte años; andan preocupados pro si comemos hamburguesas grandes, no se puede tener un piso vacío porque sí... Y ahora, lo de los toros. Tal como van las cosas, es posible que dentro de unos años, la fiesta nacional sea algo que "inventaron" los franceses y los españoles taurinos tengan que hacer excursiones a Perpiñán a ver corridas, como antes iban a ver cine "X". Y, además, en Perpiñán todavía queda algún exiliado político que añora la República. Es otra manera de recuperar la memoria histórica y profundizar en los asuntos que preocupan a los españoles. Es posible que, en lugar del "motín de Esquilache", tengamos "el motín de Las Ventas". La cosa promete.

Francisco Muro de Iscar.

francisco.muro@planalfa.es

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