Actualizado 01/12/2006 01:00

José Cavero.- La lucha antiterrorista continúa

MADRID 1 Dic. (OTR/PRESS) -

Si podía existir alguna duda o cautelas acerca de la actuación policial contra el terrorismo en esta etapa de tregua declarada de la banda ETA, el anuncio de la detención de tres elementos del mando logístico, con toda probabilidad responsables del robo de las 350 pistolas y munición en Nimes, Francia, habrá quedado difuminada o diluida. Como horas antes había anunciando el gobierno, las fuerzas de seguridad del Estado no estaban de brazos caídos, sino muy activas. Y no podían dejar pasar por alto el espectacular robo de un número tan importante de armas y sus correspondientes municiones, que daba argumentos a quienes pensaron que la banda, nuevamente, aprovechaba el anuncio de su tregua indefinida para rearmarse. Ahora falta por comprobar si ese cerebro del robo llamado Zigor Garro, conduce al escondite de su armería privada y lo robado regresa a su legítimo dueño, con la advertencia de que sea más cuidadoso, en adelante, en su protección...

Es seguro que ETA o Batasuna se quejen de la eficacia policial, como siguen haciéndolo en cada ocasión en que se produce alguna sentencia judicial que, obviamente, no les favorece. Pero, con idéntica "lógica", etarras y batasunos siguen perpetrando sus propias acciones de extorsión, robo de armas y violencia callejera, sin tregua de ninguna especie, y tentando a "la parte contraria", como siempre hicieron... ¿Está rota la tregua y descartado el proceso? No lo parece, aunque estas últimas dos o tres semanas se haya temido muy seriamente por esa posibilidad. Recuérdese que, hasta ese robo, aproximadamente, habían sido varias las voces -monseñor Uriarte, el lehendakari Ibarretxe, por ejemplo-, que ya habían expresado su opinión de que el proceso era imparable. El propio Zapatero parece que participa de parecidas opiniones, aunque demasiado a menudo se ve en la necesidad de recordar su propio aviso, sobre lo largo, difícil y complicado que habría de ser el proceso anunciado el pasado marzo. No hay fin del proceso, según parece, aunque sí una parálisis temporal hasta comprobar si la banda y sus "jefes" están o no decididos a renunciar a toda clase de violencias y a considerar firmemente las condiciones para su reinserción social como ciudadanos que acatan la legalidad vigente.

De algo ha quedado buena constancia en las últimas semanas: los jueces y la policía antiterrorista siguen actuando como siempre lo hicieron, y no están dispuestos a dar ventaja alguna a quienes han empleado sistemáticamente la violencia en apoyo de sus posiciones políticas. Como se ha apuntado repetidamente a lo largo de los últimos meses, sería deshonesto que los etarras consiguieran en una mesa de paz lo que impidieron muchas vidas cobradas durante casi cuarenta años. Al margen de ello, la generosidad del Estado se demostrará en otras facetas. Pero sólo "en ausencia de toda violencia" y cuando ETA y Batasuna den señales reales de su disposición a acatar la ley...

José Cavero.

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