Firma Sindicada.- José Cavero.- De nuevo se verifican las intenciones de ETA
MADRID, 16 Nov. (OTR/PRESS) -
Después de los episodios recientes demostrativos de profundas discrepancias entre gobierno y ETA en el "proceso" de paz, las declaraciones de Zapatero al diario parisino Le Figaro dan pistas suficientes para saber en qué puntos nos hallamos: de nuevo en la comprobación de si ETA quiere o no, de verdad, acogerse a esa reinserción y abandono de la violencia a la que se le viene invitando. Zapatero ha expresado de manera tajante que no habrá nuevas medidas mientras no exista la seguridad de la buena voluntad de ETA, puesta seriamente en entredicho con el robo de pistolas, con la kale borroka de las últimas semanas, especialmente severa, y por las dudas y retrasos de Batasuna para proceder a su re-relegalización, así como por las sorprendentes declaraciones de Arnaldo Otegi y de Fernando Barrena contra el gobierno y los jueces y la presunta persecución que, a su juicio, ejercen sobre el abertzalismo.
Zapatero ha señalado que "la pelota está en el campo de ETA", contradiciendo sobre ese particular al Otegi que achacaba el presente impasse a que el gobierno y los jueces siguen haciendo lo que siempre hicieron: aplicar las leyes de siempre para perseguir a los abertzales. Y que si la banda da un paso adelante, también lo dará el gobierno, o de lo contrario, volveremos a una situación indeseable para todos. "La democracia sabe esperar, pero no habrá gestos hasta que el final de la violencia sea un hecho", afirma. ¿A qué gestos se refiere el presidente? Según lo que explica en otro momento de la misma conversación, puede estar refiriéndose al acercamiento de presos a cárceles del País Vasco, algo que también está pospuesto o aplazado hasta esa ocasión propicia. Por el contrario, exige a Batasuna que, de manera inmediata, respete la legalidad vigente, las normas en vigor.
Es decir, que la demostración de esa buena voluntad de la banda y sus acólitos resultará muy fácil de comprobar y debería verse de inmediato con el cese, o bien con la continuación, de la violencia callejera e incluso con el final de la huelga de hambre de De Juana, y con las movilizaciones callejeras de los proetarras... ¿Se producirán todos esos fenómenos tan frecuentes en las últimas semanas, y que sin duda han podido ser interpretadas como presiones para que el gobierno ceda sin obligación alguna por la otra parte. Finalmente, vuelve a recordar el presidente que el proceso de pacificación, según ya advirtió desde el primer momento, será largo, duro, difícil, y estará necesitado de serenidad, buena fe y firmeza. Curiosa o sorprendentemente, Zapatero no cree que haya discrepancias internas en ETA, aunque acaso sí algunos matices.
José Cavero.